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España pierde la Dirección General de Transportes en la reorganización de la CE

, Bruselas España ha perdido la Dirección General de Transportes de la CE, para dejar el puesto a un británico, en el reajuste producido en la cúpula de poder administrativo de la Comisión Europea. A cambio España tendrá la Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales cuando el cargo quede libre, a finales de 1992.

Eduardo Peña Abizanda, director general de Transportes de la CE desde 1986 se ha visto forzado a dejar su puesto a un británico. El Reino- Unido perdió cuota de poder con la destitución del director general de personal, Richard Hay, un pastor anglicano, de quien dicen que no atendía las indicaciones del comisario responsable, Antonio Cardoso e Cunha. Bélgica presionó hasta hacerse con este puesto clave, y el Reino Unido exigió a cambio Transportes, porque en su coherencia de oposición a la política social de la CE, la dirección de Empleo le parecía inaceptable.Peña ha sido nombrado inspector general de Servicios, puesto que depende directamente del presidente de la Comisión Europea y cuyo cometido es llevar a cabo el control de gestión y la detección del fraude en el destino del presupuesto comunitario. Dotada de una veintena de funcionarios, la inspección carece de medios suficientes para una labor cada vez más prioritaria.

"Hemos puesto la bandera en la dirección de Empleo", manifestó un alto funcionario español en la Comunidad. La política social es el patitofeo de la CE, pero la importancia del puesto reside en el Fondo Social. Un director general español, Eneko Landáburu, es el responsable del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

Las dos direcciones darían a nuestro país la gestión del 20% del presupuesto comunitario, lo cual, según un responsable del Gobierno y fuentes próximas al comisario Manuel Marín, "es muy importante", sobre todo ahora que "los proyectos de unión política y monetaria corren el peligro de quedarse a medio camino".MalestarEsa lectura positiva contrasta con el malestar del ministro de Transportes, José Barrionuevo, por la pérdida de Peña en un puesto clave para su departamento. Otras fuentes se hacen eco del escaso entusiasmo que en el Ministerio de Asuntos Exteriores, marginado de esta reinodelación, ha provocado el cambio. "El móvil perseguido es incalificable y no se ve por ningún lado la ventaja de perder una polífica real a corto plazo como la de Transportes a cambio de un terreno como el social, donde las competencias de la CE no están nada claras para el futuro", afirma un alto responsable de Exteriores.

La actual reestructuración es complemento de la realizada hace un año, en la que el Reino Unido, Francia y Alemania, al contrario que España, reforzaron sus posiciones de poder. La representación española cuenta con dos direcciones generales de pleno derecho, cuando por cuota nacional le corresponderían entre tres y cuatro. La pérdida comparativa de peso provocó entonces preocupación en La Moncloa y diversas reuniones de altos cargos para corregir el rumbo de la gestión de puestos en la burocracia comunitaria. Cinco jefes de división espanoles, que han abandonado sus empleos en la CE, han sido sustituidos por representantes de otros países.

En el actual ajuste, según, fuentes del Gobierno, el protagonismo lo ha asumido el vicepresidente de la Comisión, Manuel Marín. Aunque suena el nombre de algún candidato a la dirección general de Empleo, el nuevo responsable deberá ser consensuado.

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