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EE UU retrasa la ofensiva, a petición de Gorbachov, según 'The New York Times'

Estados Unidos ha accedido a una petición soviética de no iniciar una ofensiva terrestre contra Kuwait hasta que concluyan las conversaciones que hoy inicia en Moscú el ministro de Asuntos Exteriores iraquí Yarek Aziz, en las que se espera una clarificación por parte de Irak de su oferta condicional de retirada del emirato anunciada el viernes. Sin embargo, los esfuerzos diplomáticos no han conseguido detener los preparativos militares para esa ofensiva.

La petición soviética, formulada por el presidente Mijaíl Gorbachov en una carta personal dirigida al presidente George Bush, le hecha antes de que el máximo órgano de gobierno de Irak, el Consejo de Mando de la Revolución, transmitiera al mundo su propuesta de retirada a cambio de una serie de condiciones consideradas como inaceptables por Estados Unidos y el resto de los países de la coalición.Según The New York Times, Gorbachov pidió a Bush un retraso (le la ofensiva tras recibir un informe de la gestión media(lora realizada en Bagdad por su enviado personal, Yevgueni Primakov, y del anuncio del viaje hoy a Moscú del jefe de la diplomacia iraquí, Tarek Aziz, que celebrará con Gorbachov una entrevista en la que los soviéticos esperan conocer los entresijos de la oferta de Irak. El diario añadía que Bush aceptó la petición de Gorbachov.

La Casa Blanca admitió ayer que Bush había recibido a principios de semana una carta personal de Gorbachov, pero se negó a revelar el contenido de la misma así como la contestación del presidente norteamericano. Pero, significativamente, no desmintió la información.

La posición oficial norteamericana sobre los esfuerzos de mediación de la Unión Soviética es que no se opone a los mismos siempre- que conduzcan al mismo fin que el perseguido por los miembros de la coalición, que no son otros que conseguir una retirada total e incondicional de Kuwait por parte de las tropas iraquíes.

El viernes, sólo tres horas después de, conocerse la propuesta iraquí, Bush rechazó tajantemente las condiciones de Bagdad y calificó las pretensiones de Sadam Husein de "broma cruel, que ha frustrado las esperanzas del pueblo iraquí y del resto del mundo".

Bush, que se encuentra desde el viernes en su residencia vacacional de Kennebunkport, en la costa de Maine, declaró a los periodistas que le acompañaban en el viaje que, mientras no se produjera una retirada "masiva y visible" de Irak, no habría "ni alto el fuego, ni cese de hostilidades, ni pausa en los bombardeos".

Garantías soviéticas

En un intento de convencer a Washington de que la Unión Soviética sigue apoyando firmemente los fines perseguidos por Estados Unidos, el ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, Alexander Bessmertnik, telefoneó el viernes por la noche al secretario de Estado, James Baker, para asegurarle que "Moscú no estaba interesado en aceptar ningún plan que se apartara de los objetivos marcados por las resoluciones de la ONU".

En Washington, la oferta iraquí, que por primera vez admite la posibilidad de aceptar la resolución 660 -primera de las 12 aprobadas por el Consejo de Seguridad aunque condicionada a una serie de contrapartidas inaceptables para los miembros de la coalición, continuaba ayer siendo objeto de toda clase ele interpretaciones. El denominador común de esas interpretaciones era que, de una parte, Irak intentaba provocar una escisión entre Estados Unidos y la URSS, aprovechando la salida del Gobierno soviético de Edvard Shevardnadze, el más firme partidario de una estrecha cooperación entre Washington y Moscú, y, al mismo tiempo, pretendía ganar tiempo con una negociación diplomática para impedir a toda costa una batalla terrestre que podría costarle la destrucción de su poderío militar.

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