Ver de cerca la guerra
La 'Numancia' hace escala en Alejandría
Sueño, cansancio y ganas de volver a casa son los sentimientos más comunes entre los marinos de la fragata Numancia, que ayer hizo una escala en el puerto egipcio de Alejandría, a su regreso del golfo Pérsico, donde han presenciado de cerca la guerra. Con todo, varios marineros aseguran que volverían a repetir la experiencia.
El CIC (Ceice en el argot de a bordo) es el Centro de Información de Combate, una especie de cerebro central del barco desde donde se controlan todos los movimientos de navíos y aviones próximos, en general, y operaciones de guerra, en particular."Eran las 02.40, hora de los Emiratos, 4 -GMT", recuerda uno de los cabos que estaba frente a una de las pantallas de radar en la madrugada del 17 de enero. Acababa de cambiar la guardia. "Vi que fue la vigilancia de babor la que se dio cuenta", le interrumpe un compañero en medio del jolgorio, en referencia a la rivalidad amistosa que mantienen los dos grupos de vigilancia, babor y estribor. En el monitor estaban, como de costumbre, las líneas que señalaban la posición de los barcos yanquis". De repente, "una traza con el símbolo que representa el misil salió disparada de uno de ellos, a una velocidad de entre 1 y 1,5 match".
Era un tomahawk. Luego, otro, y otro, y otro, hasta 15. No había duda. Había empezado el bombardeo. "Sin avisar", recalca una voz desde el fondo. Alguien salió corriendo a avisar al comandante, el capitán de fragata José Manuel Marco Franco. Mientras tanto, las comunicaciones confirmaron el inicio de los combates. "Se mascaba la tragedia", dice con voz de película otro de los presentes. "Quiere decir que ya estamos en alerta amarilla", aclara otro que parece más serlecito. El humor actúa de válvula de escape, pero de sus palabras se desprende que pasaron momentos de tensión.
"No vimos las operaciones"
"No, directamente no vimos las operaciones", señala Rubén Alonso, a quien le ha tocado guardia y no va ha poder visitar la ciudad. "Lo malo es que en el rnar, a diferencia de en tierra, te pueden disparar y tú ni te enteras", explica su compañero Constantino Rosillo que, como Alonso, se licenciará en los próximos meses. "El día que entraron los dos aviones iraquíes y los tiraron abajo, lo supimos por el radar, pero nos encontraríamos a unas 400 millas", reconoce. Sin embargo, cuando ya empezada la guerra, la Numancia escoltó al portaaviones norteamericano Ranger, llegaron a acercarse a tinas 150 millas de Kuwait.
El comandante Marco Franco niega haber realizado tareas de escolta para navíos norteamericanos. Una vez iniciada la guerra, "continuamos en las zonas Previstas, con las dos misiones que eníamos encomendadas, la principal hacer respetar el embargo y luego, dar protección a los buques de la UEO en el área", precisa .
No se despertó a la tripulación. Los que dorrnían, como Javier Segura, se enteraron a la mañana siguiente, cuando a las ocho entraron de guardia. Otros, como Alonso, Rosillo o Javier García, lo oyeron en Radio Exterior de España.
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