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Las líneas de EE UU reducen sus tarifas para competir con el 33% de descuento ofrecido por la British Airwais

Victoria Carvajal

La lucha por hacerse con el mercado intercontinental entre las compañías europeas y norteamericanas ha llegado a extremos de competencia feroz. Al reciente anuncio de la British Airways de rebajar hasta en un 33% su tarifa en la ruta Londres-Nueva York para los billetes emitidos un mes antes del viaje, ha continuado la alemana. Lufthansa, la holandesa KLM y las americanas Pan Am y TWA con la oferta de descuentos similares para atraer al reducido número de pasajeros que viajan tras el estallido de la guerra del Golfo.La compañía británica pretende atraer a los pasajeros estadounidenses que quieran viajar a Londres, ya que esta tarifa se aplica en los billetes comprados en EE UU y no en Gran Bretaña.

La reacción más espectacular la ha protagonizado la TWA. Esta compañía anunció el lunes que rebajaría en un 50% las tarifas de rutas entre Gran Bretaña y seis ciudades estadounidenses, descuentos que serán efectivos hasta el próximo 31 de octubre, según Reuter. Ahora un billete regular de TWA de Nueva York a Londres cuesta 269 dólares (25.000 pesetas) en lugar ele los 538 que costaba antes.

Pan Am y Delta Airlines, también estadounidenses, han asegurado una rebaja en sus tarifas para competir con la British y la TWA aunque no han precisado el descuento. La industria de aerolíneas en EE UU arrastraba ya problemas de bancarrota y endeuda miento desde el año pasado con unas pérdidas de 2.000 millones de dólares durante el último ejercicio para todo el sector. En Asia y Australia también se ha registrado un fuerte descenso en el número de pasajeros europeos y americanos.

La crisis del Golfo no ha hecho más que agravar una mala situación. La industria aérea, además de haber tenido que hacer frente a una subida en el precio del queroseno, tiene el talón de Aquiles en el síndrome del miedo a volar de la población por temor a represalias terroristas. Según los expertos del sector, la reducción de las tarifas no va a reactivar el tráfico de pasajeros lo suficiente como para compensar la caída.

Las compañías europeas no tienen previsto competir en precio en vuelos intracomunitarios, según un pacto entre los presidentes. Sin embargo, eso no quiere decir que se prohiba reducir las tarifas cumpliendo los acuerdos de liberalización y desregularIzación del transporte aéreo de junio de 1990. Según estos acuerdos, la tarifa regular puede oscilar un 5% por encima o por debajo.

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