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EI Gobierno alemán cierra la compañía aérea Interflug al fracasar su venta

La decisión de cerrar Interflug, la línea aérea de bandera de la desaparecida República Democrática Alemana, parece haber despejado finalmente el camino para el práctico monopolio del mercado interior alemán por parte de Lufthansa. Treubandanstalt, el organismo encargado de privatizar las cerca de 8.000 empresas públicas del antiguo Estado comunista, anunció el cierre el viernes a última hora, alegando la imposibilidad de privatizarla "como una compañía operativa internacional independiente".

Interflug, sin embargo, seguía funcionando normalmente ayer, y, según un portavoz de la misma, seguirá haciéndolo hasta el próximo día 20, cuando la Treuhandanstalt decida su futuro. Interflug cuenta con casi 3.000 empleados y unos 25 aviones, la mayoría de ellos antiguos modelos soviéticos poco competitivos debido a su excesivo gasto de combustible, aunque posee también unos cuantos Airbus recientemente adquiridos, así como una parte considerable del mercado aéreo de Europa del Este.Lufthansa, que ha admitido que la Treuhandanstalt le ha pedido ayuda para proceder a la liquidación de Interflug, intentó adquirir un 26% de la compañía a principios del año pasado, antes de la unificación alemana, pero esta operación fracasó debido a la oposición del Bundeskartellamt, la oficina de defensa de la competencia, que consideró que suponía el práctico monopolio del mercado interior alemán.

En aquellos momentos, algunas compañías extranjeras se interesaron por Interflug. British Airways -que, junto con Air France, es la única que sigue manteniendo los vuelos interiores alemanes con destino a Berlín, aunque ahora ya en competencia con Lufthansa- fue la más persistente, pero hace pocos días retiró finalmente su oferta. Las compañías no alemanas se han quejado públicamente de las dificultades que encuentran para comprar las empresas de la antigua RDA, debido al proteccionismo de las compañías alemanas.

Interflug será ahora simplemente absorbida por Lufthansa. Una operación que define mejor que nada el proceso en que están sumidas la mayoría de las grandes empresas del desaparecido Estado alemán comunista. Las grandes empresas alemanas occidentales las dejan deteriorarse en manos de la Treuhandanstalt hasta que este organismo decide cortar las subvenciones y liquidarlas a precio de saldo.

En el caso de Interflug, la crisis del Golfo ha acelerado su deterioro. La subida del precio del carburante y el descenso del tráfico aéreo habían situado las pérdidas en más de un millón de marcos a la semana. La Treuhandanstalt decidió no pagar más.

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