Pöhl vuelve a apostar por la Europa de dos velocidades en la unión monetaria y critica la burocracia de Bruselas
, El presidente del Bundesbank, Karl Otto Pöhl, se mostró ayer partidario de acelerar el proceso de unión monetaria en Europa, aunque sea a costa de que sólo unos pocos países puedan seguir el ritmo, en una nueva apuesta por la idea de la Europa de dos velocidades. A su juicio, la decisión de la cumbre de Roma retrasando el Plan Delors fue decepcionante", y la marcha que siguen las decisiones en la Comunidad Europea es excesivamente lenta, "por los 25.000 burócratas que manejan la CE desde Bruselas".
La intervención de Pöhl en calidad de presidente del Consejo de Gobernadores de la CE, ante la cumbre de hombres de negocios en la ciudad suiza de lavos, había levantado una gran expectación; sobre todo después de que el pasado jueves se anunciara la subida de los tipos de interés en Alemania. Y el presidente del banco central alemán no decepcionó.Dijo que éste no era el lugar adecuado para explicar por qué habían decidido el alza de los tipos de interés, aunque añadió que sería bueno para la estabilidad del sistema monetario europeo (SME). "Dentro del papel que le toca jugar al marco en el SME", afirmó, "es muy importante que se mantenga la integridad y la estabilidad de nuestra moneda. El marco es como un ancla que si no se mantiene estable podría provocar el colapso del sistema. Y dado que el déficit público alemán es cinco veces superior al de hace dos años hemos tenido que actuar sobre los tipos de interés. El resto de los paises integrados en el SME tienen que aceptar nuestra decisión si realmente creen en el sistema, porque ésta contribuye a su propia estabilidad".
Pöhl mantuvo en todo momento una postura de liderazgo alemán sobre el futuro político y económico europeo (como lo había hecho Genscher en su intervención la tarde anterior ante el mismo foro), afirmó que "Alemania es la locomotora de Europa" y se mostró claramente partidario de ampliar la Comunidad Europea hacia ambos lados del continente. En este sentido apoyó la integración de Polonia, Checoslovaquia y Hungría, así como la de Austria y la de los países escandinavos. "Incluso Suiza, si lo pidieran", dijo en tono irónico, "aunque entiendo que los ciudadanos suizos prefieran gozar de las ventajas de la CE sin tener que pagar los costes".
Respecto al proceso de unión económica y monetaria europea, el presidente del Bundesbank se mostró muy crítico con la decisión adoptada por los jefes de Estado y Gobierno en la cumbre de Roma de ralentizar el proceso, y llegó a decir que si hasta dentro de seis u ocho años no se crea el Banco Central Europeo, igual ya no tiene sentido crearlo, "cuando en este momento habría seis o siete países de la CE que estarían en condiciones de poner en marcha la unión monetaria", en clara referencia a la Europa de las dos velocidades defendida insistentemente por Pöhl.
Reunión del GATT
Se refirió a la necesidad de acelerar el proceso y se mostró ligeramente optimista respecto a la conferencia intergubernamental. "Espero que los gobernantes", dijo, "nos hagan caso a los bancos centrales y acepten cambiar el tratado de la CE para que se pueda realizar la unión monetaria". Pöhl llegó a bromear sobre el papel de los políticos y los gobernadores de los bancos centrales, sobre los que dijo que "por definición siempre tenemos razón".
Ese optimismo se tornó inmediatamente en crítica hacia ciertos países (no quiso citarlos, aunque dejó entrever que se refería a Italia y España) y hacia la propia Comisión Europea. "Es muy difícil tomar decisiones entre 12 miembros", señaló, "y más si hay 25.000 burócratas manejando la CE desde Bruselas. Sería más conveniente, sobre todo si se amplía la Comunidad, pensaren nuevas formas de tomar decisiones de forma descentralizada. El 90% de las regulaciones de Bruselas no son necesarias".
Durante la sesión de ayer del World Economic Forum intervino también el director general del GATT, Arthur lunkel, que intentó sin éxito convencer a los asistentes de que todavía había esperanzas de llegar a un acuerdo comercial en torno a la Ronda Uruguay.
Tras su intervención (llena de buenas intenciones, pero sin novedades destacables), comentó a los periodistas que durante los próximos días continuará los contactos individuales con cada uno de los bloques presentes en los debates del GATT y que confiaba en que se pudiera llegar a un acuerdo que salvara la situación.
"Hace dos años", había dicho Dunkel en su intervención, "un eminente economista norteamericano dijo aquí mismo que el GATT había muerto. Desde la reunión ministerial de Bruselas de la Ronda Uruguay en diciembre pasado, el comentario general es que nuestra continuidad está en peligro. Así es que algo hemos mejorado".
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