Las bombas aliadas destruyeron el centro de la ciudad iraquí de Diwaniyeh
El 17 de enero es una fecha que recordará siempre Saeex Ahmed Mohammed, un egipcio de 46 años: su trabajo desapareció, lo mismo que el hotel de 73 habitaciones que regentaba en el distrito comercial de Diwaniyeh, ciudad 180 kilómetros al sur de Bagdad.Este sector fue sometido a un fuerte bombardeo el primer día de la guerra del Golfo. Dos olas de aviones convirtieron en ruinas la mayor parte de los edificios a lo largo de las dos calles próximas al edificio de telecomunicaciones, aparentemente el principal objetivo del ataque. Mohammed dice: "Bombardearon sin misericordia. Alcanzaron el hotel, abarrotado de familias, y volvieron de nuevo y otra vez lo alcanzaron con sus bombas".
Mohammed daba estas explicaciones a los periodistas llevados a Diwaniyeh por funcionarios del Ministerio iraquí de Información que deseaban mostrar a la prensa extranjera que las bombas norteamericanas están cayendo no sólo sobre objetivos militares, sino también sobre áreas residenciales. Según Mohammed, que fue director general del hotel Al-Yarmuk, 11 personas murieron bajo los escombros de los edificios y 49 resultaron -heridas. "Cuatro personas enloquecieron de terror a causa del ruido de las bombas".
En Bagdad, las humaredas negras de los incendios planean sobre el cielo, pero la vida continúa con cierta normalidad. La infraestructura de la capital iraquí fue destruida con precisión casi quirúrgica desde los primeros días de los bombardeos. No hay electricidad ni agua, y desde hace tiempo el teléfono no es más que un recuerdo.
Los bombardeos continúan. El viernes fueron lanzados seis misiles y, de nuevo, en la noche del viernes al sábado la defensa antiaérea entró en acción.
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