La oposición de Argelia y de Túnez se escuda en Irak para abrir el "frente interior"

La oposición de Túnez y de Argelia ha reabierto el frente de lucha interior, utilizando como excusa y plataforma las movilizaciones a favor de Irak. La reapertura de este frente se evidenció el martes en Túnez con ocasión de las numerosas movilizaciones espontáneas, en las que, al tiempo que se gritaban consignas a favor de Sadam Husein, se profirieron insultos contra el presidente, Zine Ben Alí. En Argelia, por su parte, el Frente Islámico de Salvación (FIS), la principal fuerza integrista, prepara para hoy una manifestación multitudinaria de reto a Chadli Benyedid y a su proceso de democratización.Los temores se han cumplido. Los dirigentes políticos de los países del Magreb temían que la protesta popular a favor de Irak confluyera con las reivindicacíones y luchas internas, configurando una mezcla explosiva. Algunas manifestaciones en Túnez fueron reprimidas con dureza por la policía, que lanzó gases lacrimógenos y procedió al arresto de numerosas personas. Durante los altercados, algunos jóvenes lanzaron artefactos explosivos.

Las movilizaciones más importantes y conflictivas tuvieron lugar en la capital de Túnez y en la ciudad de Sfax, al sur del país. Asimismo se realizaron movilizaciones en otras poblaciones de la República, según informa Kamel Ben Younes. Estas marchas han coincidido con la reapertura de los colegios, liceos y universidades, que permanecían clausurados desde el pasado 17 de diciembre, cuando se inició el conflicto bélico del Golfo.

El Ministerio del Interior tunecino hizo público en la noche del martes un comunicado en el que denuncia estos incidentes y los achaca a elementos "extremistas" y a "bandas de gamberros". Con el eufemismo de "extremistas", los comunicados oficiales tunecinos identifican a los militantes integristas del movimiento ilegal An-Nahda (Renaéimiento), quienes desde el pasado mes de septiembre son objeto de una especial represión en un intento de convertirles en una fuerza marginal y obligarles a permanecer en la clandestinidad. El comunicado oficial asegura que el Gobierno está dispuesto a dar "el justo castigo" a estos ciudadanos que pretenden "sembrar la sedición".

El frente interno también se ha reabierto en Argelia -tras el paréntesis de la emoción y la sorpresa bélica- impulsado por el Frente Islámico de Salvación. Ayer, todos los periódicos se preguntaban sin ambigüedades qué es lo que pretende el frente integrista. La respuesta es simple: retar al Gobierno de Chadli Benyedid y crear un factor más de desestabilización dentro del proceso democrático en que se encuentra empeñado todo el país.

El comité central del Frente de Liberación Nacional (FLN), antes partido único argelino, se encuentra desde hace más de 24 horas reunido a puerta cerrada para examinar la situación del Golfo y las repercusiones en la política interna del país.

Mouloud Hamrouche, el primer ministro, ha reanudado el llamamiento oficial a favor de la unidad nacional para preservar una política exterior independiente y la democracia interna. Por su parte, el septuagenario Ahmed Ben Bella ha anunciado que volverá próximamente a Bagdad.