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20 africanos pernoctan en un sótano con la estructura carcomida

Una veintena de africanos duermen desde anoche en un sótano de la calle del Duque de Osuna, próxima a la plaza de España, donde actualmente se realizan obras para reparar toda su estructura, de madera podrida. El local, de 350 metros cuadrados, pertenece a Eduardo Mencos, quien lo ofreció gratuitamente a un centenar de refugiados en septiembre. Mencos, que se vio obligado a desalojarlos el lunes ante un requerimiento municipal, tuvo que acogerlos de nuevo porque el albergue de la Cruz Roja estaba ya saturado.

El jefe del departamento municipal de Protección de la Edificación, Santiago González Rodríguez, comunicó el pasado 28 de noviembre a Mencos que debía realizar unas obras en el inmueble "para reparar toda la estructura dañada". Mencos, ante este requerimiento y tras posponer varios meses los trabajos, comenzó las obras en su local hace dos semanas.Las primeras demoliciones de tabiques y chapados de estructura dejaron al descubierto, según un informe municipal, "algunos de sus elementos estructurales leñosos, de gran sección pero con importantes daños procedentes del ataque de insectos xilófagos y de hongos de pudrición".

Tres meses de obras

Estas obras en la planta baja y el sótano del local, que durarán tres meses, impedían mantener por más tiempo a los refugiados en su interior. Mencos fue hace una semana al albergue del paseo del Rey, donde le informaron que esta semana tendrían sitio para nuevos ocupantes. "Por este motivo procedí al desalojo, pero en la noche del lunes me dijeron que no había sitio para todos y que 20 se quedarían fuera", aclara Mencos. "Llevamos cinco meses sin encontrar una solución, por lo que he decidido que antes de que se queden en la calle duerman aquí, pese a la peligrosidad de las obras".El refugio de la Cruz Roja se encuentra desde hace varios días sin camas disponibles, según informó ayer un coordinador de este organismo. "Las dos últimas jornadas han llegado más personas en busca de plazas, pero no hemos podido proporcionarles nada porque está todo repleto", agregó. Este coordinador reconoció que el local no dispone de calefacción y que el termo no tiene capacidad para que se duchen con agua caliente el centenar de personas que lo ocupan.

Sin embargo, la concejal de Servicios Sociales, Carmen Díaz Marés, indicó que en el local de Mencos sólo había 30 africanos y fueron acogidos "inmediatamente" en el albergue de la Cruz Roja.

Varios refugiados se han lamentado de que con el traslado desde el local de Mencos al albergue de la Cruz Roja pierden lo que ya se había convertido en su "hogar" y un punto de encuentro, informa Además se quejan de no disponer de la asistencia que .un grupo de médicos voluntarios les prestaba allí a raíz de que su compañero, Festus Uwumagbe, muriera por una neumonía a finales de año. "Nos estábamos organizando bien. Ahora tengo miedo de que, al pasar muchas horas en la calle, aumenten las enfermedades", dijo un refugiado.

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