El fiscal pide 40 y 58 años de prisión para los acusados de asesinar a dos 'camellos'

Carles Riera, de 31 años, ex heroinómano, se sentará hoy en el banquillo en la Audiencia de Gerona acusado de asesinar a tiros a dos presuntos camellos que le abastecían de droga. Junto a Riera serán juzgados Ulpiano Recuero, de 26 años, acusado también del doble asesinato, e Inma Piedra, de 34, compañera de Riera y considerada cómplice en el crimen. El fiscal pide 40 años de cárcel para Riera, 58 años para Recuero y 17 años para Piedra.

La rebaja de la pena solicitada para Riera por los dos delitos la fundamenta el fiscal en el hecho de que mató a los dos traficantes bajo la influencia de la droga, circunstancia que no concurre en Recuero, para el que pide 58 años de cárcel. Riera, que junto con Piedra se encuentran en libertad condicional, ha manifestado a este diario que los remordimientos por haber matado "no me dejan vivir", dijo.El 24 de febrero de 1987 la policía encontró los cadáveres acribillados de Jacinto Escarmera, de 26 años, y de Juan Enrique Vicedo Pérez, de 30 años, ambos naturales de Santa Coloma de Farners (Gerona). Escamera suministraba heroína y cocaína a Riera.. La policía detuvo la noche de 25 a Riera en un bar donde se había citado con dos periodistas del diario El Punt de Gerona.

El fiscal, Francisco Joaquín Soto, considera a Riera autor de los dos asesinatos, perpetrado uno de ellos [el de Vicedo] "ante la autoritaria insistencia de Ulpiano", procesado como coautor de los crímenes. La defensa pide para el ex heroinómano la eximente completa de drogadicción y los abogados de Recuero y Piedra argumentan que sus clientes no tuvieron ninguna participación en los hechos.

"En aquel momento mi mente me decía que aquello [la muerte de un traficante] era un beneficio para la humanidad. Actué influenciado por las películas, la falta de justicia en la tierra, cargado de droga y, después de haber perdido la familia, pensando que hacía bien", explica Carles Riera, que asegura que en la actualidad está recuperado de su drogadicción. Reconoce que ha cometido uno de los peores delitos y que tiene la conciencia enferma: "Hace cuatro años, y no he podido superar el trauma de haber matado". Considera que el castigo que merecen los traficantes es "que se vuelvan drogadictos".

Contra la droga desde la celda

Carles Riera se confesó autor de los asesinatos ante la policía, aunque en su declaración posterior ante el juez reconoció que sólo había disparado contra Jacinto Escarmera. Un mes más tarde la policía detuvo a Ulpiano Recuero, acusado de ser cómplice de Riera en los dos asesinatos. Desde su celda, Riera inició una campaña contra la droga enviando cartas a los colegiosen las que explicaba su experiencia personal y recomandaba a los niños que no fumasen porros.

En 1989, Carles Riera e Inma Piedra fueron puestos en libertad por un error administrativo, y desde entonces Riera se presenta puntualmente ante el juez y sigue un tratamiento psiquiátrico para eliminar las secuelas de la drogodependencia y los desequilibrios psicológicos que arrastra.