Todos los filmes soviéticos de Tarkovski se proyectan a partir de hoy en Madrid

Los cinco largometrajes realizados por el soviético Andréi Tarkovski en su país -sólo dos, Andréi Rublov y Solaris, se estrenaron en España en su tiempo-se proyectan a partir de hoy en versión integral en la sala madrileña Renoir. Sus tres filmes restantes son La infancia de Iván, El espejo y Stalker. Tras este último, Tarkovski, cineasta místico, a veces hermético y universalmente considerado un maestro del cine futuro, se exilió de la URSS y realizó dos filmes más: Nostalgia, en Italia; y Sacrificio, su último filme, en Suecia. Tarkovski murió en París el 29 de diciembre de 1986. Tenía 54 años y se encontraba en su plenitud como creador.

Nació el 4 de abril de 1932 en la aldea de Zabraje, provincia rusa de Ivanovo, a orillas del río Volga. Su familia procedía del Caucaso y uno de sus antepasados paternos fue Mahomet Tarkovski, Señor del Daghestan. Otro antepasado, este materno, Vichnikov, fue gobernador de Moscú a mediados del siglo XIX.Su padre, el poeta Arseni Tarkovski, abandonó la familia cuando Andréi tenía tres años. Al estallar la guerra mundial fue evacuado a Iurevets, cerca de su aldea natal. Tenía Tarkovski 11 años cuando contrajo tuberculosis, enfermedad que le inclinó a la introspección, preparando su futura vocación artística, que no afloró hasta después de terminar su carrera de ingeniero de minas.

Tras sus primeros trabajos geológicos en Siberia volvió a Moscú y se matriculó en el Instituto del Cine, donde fue alumno de Mijail Romm, que era cineasta de ideas libres y jamás imponía criterios a sus alumnos, ayudándoles a forjar los suyos propios. Tras un filme escolar supervisado por Romm, Tarkovski realizó en 1962 su primer largometraje, La infancia de Iván, con el que obtuvo ocho premios internacionales, entre ellos el León de Oro del festival de Venecia.

En 1966, realizó su monumental Andréi Rublov, filme con el que, antes de que llegara su rotundo triunfo mundial, Tarkovski tuvo sus primeros encontronazos con la censura. Esta tensión con la burocracia estalinista ya no cesó nunca y acabó, tras la realización de Stalker, en el exilio del cineasta a Europa occidental.

Censuras y exilio

Después de Andréi Rublov, Tarkovski tardó seis años en hacer otro filme, Solaris (1972), basado en una novela del escritor polaco Stanislaw Lem, y se trata de una obra compleja y oscura, pese a ser del género de ciencia ficción que suele ser de visión fácil. Tarkovski, entre su ritmo creativo lento, propio de un perfeccionista, y las zancadillas de la burocracia de Sovkino, estaba forzado a grandes tiempos de inactividad.No obstante solo tardó dos años (1974) en realizar El espejo. Pero no pudo realizar Stalker hasta pasados cinco años, 1979. Hay quien considera que es su obra más intrincada y mejor acabada. Es famosa la frase de su padre: "Tu no haces películas, Andréi, sino otra cosa", que evidencia la audacia y originalidad formal del cineasta, que deslumbró y desconcertó a los estudiosos del cine.

Tras Stalker, filme premonitorio, como todos los suyos pero con mayor energía, del fin de la impostura estalinista, Tarkovski estaba condenado en la URSS a la disidencia o, en el mejor de los casos, al silencio. Así lo intuyó y, tras dar un curso de cine en Moscú y hacer algunos trabajos teatrales (entre ellos Hamlet), salió de la URSS para realizar un filme en Italia, Nostalgia, en 1983.

Su segundo filme no soviético, Sacrificio, fue realizado en Suecia, en 1986. Mientras lo montaba supo que estaba enfermo de cáncer de pulmón y que le quedaba poco tiempo de vida. Esto influyó en el montaje final del filme y en la aceleración de su obra teórica.

Murió el cineasta ruso a los 54 años, en París y se llevó a la tumba una de las imaginaciones más poderosas y complejas del cine contemporáneo, cuya influencia es creciente dentro y fuera de Rusia, hasta el punto de que su obra es considerada un adelanto del cine del futuro y una configuración singular del destino de este arte.