Defensa anuncia la partida de los buques españoles hacia el Golfo con menos de 24 horas de antelación

La fragata Victoria y las corbetas Infanta Elena y Vencedora partirán hoy con destino a la zona del golfo Pérsico para relevar a la flotilla española que controla el embargo decretado por la ONU a Irak, según una nota distribuida a mediodía de ayer por el Ministerio de Defensa. Los buques realizarán idéntica misión que la flotilla que será relevada, la que, tras el inicio de la guerra, es juzgada por medios políticos y militares como innecesaria.

A las diez de la mañana de hoy zarpará la fragata de la base de Rota (Cádiz), en tanto que las corbetas lo harán desde Cartagena (Murcia). Aunque hace tiempo que los 455 tripulantes de los tres barcos esperaban la confirmación del viaje y los rumores sobre la inminente partida eran cada vez más frecuentes, el domingo por la noche los marineros "no tenían ni idea", según aseguran quienes hablaron con ellos. La esposa de un suboficial de la Infanta Elena comentaba: "Pensábamos que al final no se produciría tan pronto el relevo, por haber estallado ya la guerra; nos llamamos entre nosotras [las mujeres de militares] para darnos la noticia, porque [ayer] por la mañana nadie sabía nada", informa José Rocamora desde Murcia.La nota de Defensa no aclara en qué fecha regresarán a España la fragata Numancia y las corbetas Infanta Elena y Diana. Según la nota, los buques que salen hoy permanecerán en el puerto griego de Suda (Creta) "a la espera del momento oportuno para proceder al relevo" de los que están en el Golfo.

Los tres buques que partirán hoy de Cartagena y Rota "seguirán realizando idénticas misiones", que los allí desplazados. No obstante, fuentes militares y diplomáticas señalan que la misión cumplida hasta el 15 de enero por los buques españoles -el control del embargo decretado por la ONU contra Irak- se ha hecho innecesaria desde el inicio de la guerra.

El cerco naval impuesto a Irak y el minado de las aguas del Golfo por las fuerzas iraquíes hacen que prácticamente ningún buque se aventure ahora a cruzar el estrecho de Ormuz, por lo que la fragata española Numancia tiene muy poco que controlar. También se ha reducido al máximo el tráfico por el mar Rojo y, además, las dos corbetas españolas se han alejado del estrecho de Tirán para escapar al radio de acción de los misiles iraquíes.

Además, el avión estafeta enviado la pasada semana a Dubai (Emiratos Árabes Unidos) no sólo no ha conseguido enlazar con la Numancia, sino que está retenido en dicho país desde el jueves, por la dificultad para obtener permiso de sobrevuelo en Arabia Saudí. En estas condiciones, según las fuentes consultadas, la presencia de los buques tiene un valor "simbólico y político, más que práctico" y sirve para demostrar la solidaridad española con la coalición multinacional. Un portavoz de Defensa admitió ayer que la misión de control realizada por la flotilla española se ha limitado al mínimo tras el inicio de la guerra, debido a la reducción del tráfico marítimo, pero agregó que dicha tarea volverá a tener sentido cuando se incremente la navegación por la zona.

Ayer fue imposible obtener de Defensa una explicación sobre la causa por la que se anunció con tan poca antelación la salida de los buques. En opinión de algunos familiares de los marineros, se ha intentado evitar un acto masivo de despedida y la posibilidad de que cundiera el ejemplo de José María Escalada, que el día 15 desertó de la Infanta Elena.