Masivas marchas pacifistas en Madrid y Barcelona

Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en diversas ciudades españolas para exigir el fin de la guerra del Golfo y el regreso de los buques españoles destacados en la zona. Las manifestaciones de Madrid y Barcelona supusieron las mayores concentraciones pacifistas en estas capitales desde la invasión de Kuwait, e incluso rozaron o superaron algunas de las más multitudinarias en contra de la OTAN y las bases. Durante la marcha de Madrid, Julio Anguita, coordinador general de Izquierda Unida, acusó al presidente del Gobierno, Felipe González, de "agitador esquinero" y portavoz de los discursos belicistas "más envilecedores".

Miles de personas -100.000 según los organizadores, 15.000 según datos de la policía- se manifestaron en Madrid entre la plaza de Cibeles y la Puerta del Sol. El acto estuvo convocado, entre otras fuerzas, por Comisiones Obreras (CC OO), UGT de Enseñanza, Izquierda Unida, Plataforma de Mujeres contra la Guerra, padres con hijos destacados en el Golfo y un nutrido elenco de personalidades de sectores artísticos, jurídicos, docentes y económicos. Las consignas más coreadas fueron: "OTAN, no; bases, fuera" y "guerra, no". Entre los líderes políticos asistentes figuraba el máximo dirigente de Izquierda Unida, Julio Anguita, quien, en declaraciones a este diario, rechazó las duras críticas que el presidente del Gobierno hizo el viernes contra él en el Congreso. Anguita dijo: "En todo caso, justificar la guerra en la palabra civilización es propio de agitadores esquineros", y manifestó que Felipe González "es el portavoz de los discursos más envilecedores del ser humano al defender posturas de guerra". "Sadam Husein ya sabemos lo que es, pero el Gobierno norteamericano no es trigo limpio. Son dos facinerosos, en el sentido político, aunque esto va a doler, porque lo que el otro día dolió es que midiera a los dos por el mismo rasero", agregó Anguita.Cristina Almeida, diputada de IU, justificó su presencia en su deseo de defender "la cultura de la paz" y se mostró dispuesta a realizar toda suerte de esfuerzos mediadores para lograr que cese el fuego: "Yo fui una vez a Bagdad para solucionar un problema [la retención de españoles] y no sé si ahora tendría que ir a EE UU, a Bagdad, a Israel o a la ONU. Pero se tiene que acabar este lenguaje masculino de 'a ver quién es más hombre".

Nicolás Redondo, secretario general de UGT, en primera fila de la marcha, declaró que "tan responsables son unos como otros en el conflicto", y no aventuró si su organización apoyará la huelga general en favor de una solución pacífica que fue reclamada ayer insistentemente por muchos manifestantes. "No debe haber demagogia. La, UGT seguirá día a día el conflicto y tomará las medidas pertinentes". Redondo, tras calificar de lamentable tanto la agresión sufrida ' por Israel como la posible intervención de Turquía como miembro de la OTAN, reclamó el regreso de los buques españoles, "que fueron enviados a realizar un embargo que carece ya de sentido".

Militantes socialistas,

Entre las personalidades políticas y sindicales asisterites al acto figuraban Antonio Gutiérrez, secretario general de C-C 00, y Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE. También acudió un discreto y reducido grupo de militantes socialistas, entre los que se encontraban la senadora Francisca Sauq1llo, Luis Gómez Llorente y Manuel de la Rocha. Algunos de estos asistentes socialistas precisaron que su presencia no significaba una crítica a la posición del Gobierno, sino su apoyo a una urgente solución negociada del conflicto.

También se hacía notar la presencia de un grupo de artistas. "Aquí estamos, como siempre, por esa tontería tan hermosa que es la paz, tan infantil, tan ingenua, tan de seres humanos clásicos, no modelnos ", declaraba el actor Juan Diego. Su compañero Imanol Arias era aún más gráfico: "Esta guerra me produce unas náuseas matinales, y lo mejor es salir a la calle para decirlo. La guerra no es sólo de los militares". El cantante Luis Eduardo Aute afirmaba que había acudido para "ser uno más de los cientos de miles" que esperaba salieran a la calle. "La única solución que puede tener esto es que la población civil salga a la calle para mostrar su indignación con la manipulación del imperialismo de EEUU".

El acto se cerró, sin incidentes, con un discurso leído en la Puerta del Sol por el magistrado Joaquín Navarro. Al igual que durante el recorrido, las críticas a EE UU y a la posición del Gobierno español fueron las más ovacionadas: "Nos parece inaceptable la postura adoptada por nuestro Gobierno de participación activa en el citado conflicto. No otorgamos ninguna legitimidad y condenamos la acción belicista emprendida bajo el supuesto amparo de la ONU, que en la práctica no es más que la demostración del carácter imperialista de EE UU y el papel subsidiario del resto de los países que componen la fuerza multinacional". Por el contrario, recibió sólo muy discretos aplausos la siguiente frase: "En ningún caso nuestra oposición a la guerra puede confundirse con el apoyo a la política de Sadam Hussein". Los miles de reunidos en la Puerta del Sol reclamaron el "cese inmediato de las hostilidades, la retirada de todos los Ejércitos de la zona, una salida negociada y pacífica al conflicto, la retirada inmediata de la flotilla española [punto que recibió una atronadora salva de aplausos] y el cese de la utilización de las bases y espacio aéreo españoles o cualquier otro apoyo logístico".

Grabación en vídeo

Una veintena de manifestantes que portaban banderas y atuendos palestinos fueron grabados en vídeo desde la furgoneta de la policía matrícula DGP 3016-C, cuando, al término de la concentración, entonaban sobre la calzada cánticos y consignas en favor de la Intifada.

La manifestación en Barcelona consiguió reunir a más participantes que la concentración, convocada por idénticos motivos el pasado domingo, que congregó entre 40.000 y 60.000 personas. Ayer, 100.000 personas acudieron a la manifestación, según los organizadores, mientras que la Guardia Urbana calculó apenas unos 15.000. Diversas ciudades se sumaron con marchas a esta petición de paz. Valencia, con 10.000 manifestantes; Alicante, 1.500; Castellón, 300; Elche, 100; las localidades madrileñas de Torrejón de Ardoz, Coslada, Mejorada del Campo y Alcalá de Henares sumaron más de 3.000; Málaga, entre 3.500 y 6.000; Sevilla, de 3.000 a 5.000, y Jaén, unas 500.

Para las 20.30 de hoy, lunes, están previstas en Madrid caceroladas contra la guerra de distintos colectivos profesionales en lugares como la plaza de la ópera, Círculo de Bellas artes, glorieta de Bilbao y Sociedad de Autores, que confluirán a las 21.30 en la Puerta del Sol.