_
_
_
_

Una carrera de obstáculos

Milagros Pérez Oliva

En el caso de que un médico recete algún derivado de la morfina, se encontrará con un entramado de barreras burocráticas. Hasta hace muy poco, los opiáceos eran unos fármacos de administración engorrosa, porque sólo había dos presentaciones y ambas de corta duración: la inyectable, que debía administrarse cada seis u ocho horas, y el jarabe, que exigía una receta cada 48 horas."Afortunadamente ha salido un medicamento nuevo basado en formas orales y continuas de morfina, unas pastillas que se administran cada 12 horas y que se recetan en cajas de 60 pastillas, de modo que con una sola prescripción se puede resolver el dolor de un mes", explica Ignacio Burgos.

Pero para ello son necesarios tres avales. La receta normal de la Seguridad Social, una especial de estupefacientes y un carné de extradosis. Para poder obtener un talonarlo de estupefacientes, el médico debe desplazarse hasta la sede provincial del colegio de médicos y comprarla. Si el médico pierde el talonario puede ser sancionado, y el temor a que se lo robe un toxicómano o a ser objeto de un atraco acaba de disuadirlo. Además del recetarlo de estupefacientes, el médico tendrá que gestionar personalmente ante la sede provincial del Ministerio de Sanidad un carné de extradosis a nombre del paciente.

Más información
Las trabas burocráticas y los recelos médicos para administrar opiáceos agrava la agonía de los enfermos

"Pero lo que es más absurdo todavía", continúa Ignacio Burgos, "es que, incomprensiblemente, los médicos de cabecera no pueden recetar la nueva presentación de morfina de liberación lenta, que ni siquiera es de los fármacos más caros, porque cuesta 3.000 pesetas".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_