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Nubes de humo negro se elevan sobre la capital iraquí

La calma que había reinado en Bagdad en las últimas jornadas, sólo perturbada por la marcha de miles de habitantes hacia el norte de¡ país, se rompió brutalmente a las 2.40 de la madrugada, hora iraquí (0.40, hora peninsular española), cuando cayó sobre la ciudad la primera bomba de los aviones de la fuerza multinacional. El ataque fue retransmitido en directo por varias cadenas de televisión norteamericanas. Gary Shepard, de la ABC, intervenía en directo en un informativo cuando se escuchó una gran explosión. "Obviamente, el ataque ha comenzado", dijo Shepard. Los enviados especiales de la cadena CNN, instalados en el hotel Rachid, confirmaron la información. Se producía así un hecho insólito: los ciudadanos estadounidenses conocieron el inicio del conflicto al mismo tiempo que los habitantes de Bagdad.

El primer bombardeo masivo de las fuerzas multinacionales duró 20 minutos. Una gran oscuridad se apoderó de Bagdad, mientras los dispositivos antiaéreos trataban de responder al ataque de los aviones F-15 y B-521 y de misiles Tomahawk, aunque Londres informó que aviones británicos Tornado también habían participado en la operación. Grandes llamaradas se elevaron desde diversos puntos de la ciudad, mientras el cielo se llenaba de balas trazadoras lanzadas por las baterías antiaéreas. El fuego era continuo, pero, según las impresiones de los periodistas norteamericanos, ningún avión fue alcanzado durante la operación.Desde la habitación de su hotel, uno de los enviados de la CNN explicó: "Parece como el despliegue del 4 de julio en Washington Memorial. Se pueden escuchar las bombas. Caen sobre los principales centros de telecomunicaciones... Los aviones vuelan en círculo". Según estos periodistas, los aviones volaban lo suficientemente alto como para no ser alcanzados por las baterías antiaéreas.

Inmediatamente, los habitantes de Bagdad dejaron de tener noticias propias sobre el ataque. Radio Bagdad y la televisión dejaron de emitir y la agencia oficial de noticias iraquí, INA, enmudeció después de enviar un escueto flash en el que reconocía el inicio del ataque, según informaba Reuter desde Nicosia. Más tarde, según la agencia de noticias turca Anatolian, Radio Bagdad comenzó a emitir oraciones del Corán, aunque no había informado al cierre de esta edición de los bombardeos que habían caído sobre la capital iraquí.

Una amenazante calma, acompañada de una tremenda oscuridad, se apoderó entonces de la ciudad. Pero fue breve. Una nueva oleada de bombarderos cayó sobre Bagdad, y los ataques se reprodujeron ya de forma intermitente, cada 15 minutos. Durante los primeros 90 minutos los bombardeos se concentraron en instalaciones situadas en el centro de Bagdad, para trasladarse después a zonas próximas a la ciudad. Según Radio Teherán, Basora, otra importante ciudad iraquí, también había sido bombardeada durante la madrugada.

"La ciudad queda iluminada por continuos flashes", fue la dramática narración de John Holliman, de la CNN, antes de que las comunicaciones telefónicas quedaran interrumpidas momentáneamente. "Gruesas nubes de humo negro se elevan sobre la ciudad".

A las 4.20, hora iraquí (2.20 hora peninsular española), Bag dad quedó sumergida en un si lencio impresionante y dejaron de escucharse tanto los disparos de las baterías antlaéreas como el sonido de las explosiones de las bombas, según informaron los enviados especiales de la CNN tras recuperar la comunicación telefónica. Agentes de seguridad habían requisado el material gráfico que poseían en sus habitaciones y clausurado las ventanas desde donde observaban lo que sucedía en la ciudad.

Según el Pentágono, el ataque fue un éxito y casi todos los objetivos, elegidos de forma muy selectiva, fueron alcanzados, entre ellos la torre de telecomunicaciones, situada en el centro de la ciudad, y una refinería próxima a Bagdad. "Todos los objetivos han sido destruidos, químicos y nucleares", informó la NBC. Según la radio israelí, en el ataque habrían sido destruidas las rampas para el lanzamiento de cohetes en el occidente de Irak, desde las que se planeaba lanzar los misiles contra Israel.

El hotel Rashid, desde donde se recibían las informaciones en las cadenas de televisión norteamericanas, está situado muy cerca del centro de telecomunicaciones de Bagdad, uno de los principales objetivos de los aviones. La superficie de Bagdad es de 36 kilómetros cuadrados; está situada sobre el río Tígris, a una altitud de 34 metros sobre el nivel del mar, y a 560 kilómetros del Golfo Pérsico. Según las primeras informaciones después de los bombardeos, podían apreciarse grandes incendios en el sur y el suroeste de la ciudad.

Las horas previas

Durante las horas previas al ataque, el tráfico siguió siendo escaso, se formaron las primeras colas antes las panaderías y, frente a algunos umbrales, las familias acarreaban maletas a sus automóviles y remiraban sus papeles oficiales para entrar en territorio jordano por carretera.

Las primeras informaciones matutinas de las dos emisoras de radio (Radio Bagdad y La Voz de las Masas) llamaron a la serenidad y, como si de una puesta en escena ensayada a la perfección se tratase, las guarniciones de los puentes sobre el Tigris -la división fluvial de la capital en dos mitades- no fueron reforzadas.

En los únicos lugares de Bagdad donde podía apreciarse una actividad que recordase las ansias por abandonar una ciudad a punto de ser atacada era en las cercanías de la Embajada jordana y en los salones del hotel Rachid, que alberga a periodistas, huéspedes oficlales y miembros de la comunidad occidental que aún permanecían ayer en la capital iraquí.

Sobre el peligro en ciernes, apenas podía intuirse entre la población de Bagdad, si no fuera por la gran cantidad de cierres metálicos en las tiendas del barrio residencial de Al Mansur y la precaución de algunos comerciantes de fijar con tiras adhesivas los cristales de los escaparates y el extraño silencio en el bazar de los artesanos del cobre. En un paseo por las desiertas callejuelas próximas a la universidad de Mustansiriya podría pensarse que los cuatro millones de habi,tantes de Bagdad habían conte nido el aliento a la espera de la primera detonación.

La Prensa de Sadam Husein era ayer triunfalista, antes de ataque, porque así lo exige la omnipresente propaganda. A Qadis¡ya, portavoz del Ministe río iraquí de la Defensa, no tuvc el menor comedimiento al anun ciar ayer que sus soldados espe raban "arísiosos y con el dedo en el gatillo" entrar "en la epopeyz más honrosa de la historia de Iz Hurríanidad". Claro está que nc se trata de recuperar el esplendo perdido de Nínive y Babilonia sino "de arrancar los dientes ca ninos a la bestia norteameri cana 11 .

Antes del ataque, la única re ferencia en Bagdad al fatídico 1 enero, de forma indirecta, se en contró en las páginas de Th Bagdad Observer, el único diaric iraquí editado en inglés, al da cuenta de las manifestaciones d apoyo a Sadam Husein en uni importante fecha (el mencionad( día 15), sin dar más detalles.

Con menos sentido del humo habló ante un grupo de periodis tas mexicanos el presidente de Parlamento iraquí, Sadi Med Salé, quien aseguró que Bagda( podría ser bombardeada de ur momento a otro.

Radio Bagdad notíficó, tam bién antes del ataque, que el pre sidente Sadam Husein supervis y arengó a las tropas acantona das en Basora, a las cuales requi rió "para que expulsen a los in vasores y liberen Palestina". Is rael volvió a ser el objeto princi pal citado por el presidente ira quí, -porcuanto es", dijo, "l punta de lanza del imperialism norteamericano en la zona".

En su dicurso de ayer, del qu informó Radio Bagdad, el presi dente iraquí dijo ante los solda dos: "Estamos decididos a expul sar a los invasores que profanaro los santos lugares del islam y

continuar la guerra santa (yihad por la liberación de Palestina".La frontera con Turquia

Antes del inicio del conflicto, Irak cerró ayer sus fronteras con Turquía en un acto unilateral no aceptado por los turcos. Asimismo, equipos de zapadores minaron la franja limítrofe entre ambos Estados, de 240 kilómetros de longitud. Las autoridades de Ankara informaron que el paso del puente Harbur se mantendrá abierto, a pesar de que nadie lo transita desde hace dos días, cuando cruzaron los últimos diplomáticos turcos que habían permanecido en Bagdad. Desde esta zona, al alcance de las armas químicas iraquíes, la población turca ha comenzado el éxodo hacia zonas más seguras.

En el otro frente, el kuwaití, un portavoz militar norteamericano aseguró ayer que Irak ha fortificado sus posiciones defensivas en el emirato ocupado en las últimas horas con el propósito de detener una rápida y masiva acción atacante.

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