Compás de espera entre los 'marines" desplegados en Arabia Saudí

El día 15 de enero amaneció despejado en el frente saudí, tras varios ¡lías de intensas lluvias. Los soldados pudieron quitarse al fin los capotes verdes y en las ciudades el sol contribuyó a reforzar la sensación de normalidad. En las carreteras, casi todo el tráfico era militar, pero no había señales de guerra inminente. El aeropuerto de Dahran seguía abierto, aunque con pocos vuelos, y en los comercios sólo escaseaba el agua embotellada, de la que todo el mundo se ha aprovisionado.

Ahora se abre un nuevo compás de espera, y sigo pensando que hay tantas posibilidades de paz como de guerra", comentó a este periódico el mayor Guller, reservista de los marines de Estados Unidos. "Hay que esperar algún movimiento de Sadam Husein después del 15 de enero", declaró el mayor. Otros soldados -estadounidenses creían, sin embargo, que ya no hay lugar para la esperanza: "La guerra es inevitable", dijo el cabo O'Connor, con el asentimiento de varios compañeros.Sólo las bolsas con las máscaras antigás, que todo ciudadano) lleva consigo, recuerdan que la región se encuentra al borde mismo de la guerra.

Los trabajadores extranjeros ya han recibido sus máscaras, y se les recuerda constantemente, a través de la radio, la televisión y la prensa, que "cualquier infracción o la participación en disturbios" por parte de un emigrante que quiera aprovechar la situación será "severamente castigada de acuerdo con la ley islámica".

Muchos emigrantes que deseaban marcharse han sido obligados a permanecer en Arabia Saudí, ya que las autoridades no les han devuelto sus pasaportes, a la vez que han dado instrucciones a los gerentes de las empresas para que obliguen a sus empleados a acudir normalmente a su puesto de trabajo. El absentismo laboral también es castigado "de acuerdo con la ley islárnica", y la condena puede llegar a consistir en cárcel o latigazos.

Refugios públicos

En todas las ciudades de la provincia oriental están a punto refugios públicos, y muchas, casas particulares han preparado una habitación para poder guarecerse en caso de ataque químico, siguiendo las instrucciones dictadas por Aviación Civil.

Un portavoz del Gobierno saudí anunció ayer que, "desde ahora, no se concederá licencia de construcción a ningún edificio que carezca de una zona que pueda utilizarse como refugio".

En el frente seguían ayer los desplazamientos de tropas, habituales en los últimos días. No se programó ningún ejercicio especial. "Desde hace ya tiempo estamos preparados para atacar", declaró el coronel MerrylKarp, de 45 años, comandante del Ala 35 de cazabombarderos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.

"Cuando llega la orden, si uno no está deseando ponerse en marcha y practicar lo que tanto le ha costado aprender, es que su vida no tiene sentido" dijo él coronel. "Lo que hagamos en los próximos tres o cuatro días creará una nueva agenda para los próximos 40 o 50 años en Oriente Próximo", pronosticó el coronel Karp. "No sé cómo será esa agenda, pero veo esta tremenda coalición [contra Irak] como una base para la cooperación entre el mundo árabe y Estados Unidos, y eso es una estupenda promesa para el futuro".