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Estados Unidos rechaza el último plan francés y sus seis portaaviones apuntan a Irak

Estados Unidos rechazó anoche un último plan de paz presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU por Francia por considerar que sus propuestas relacionan una solución de la crisis en el golfo Pérsico con el problema palestino. Mientras tanto, el Pentágono ordenó ayer que los seis portaaviones de la Marina de Estados Unidos, con sus correspondientes grupos de apoyo naval, desplazados a la zona de] Golfo tomaran posiciones en torno a Irak, horas antes de expirar esta medianoche el plazo dado por el Consejo de Seguridad a Bagdad para retirar sus tropas de Kuwait.

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El representante francés ante la ONU, el embajador Pierre Louis Blanc, fue la persona encargada anoche de presentar ante el Consejo el nuevo plan de paz que consta de seis puntos: último llamamiento a los dirigentes iraquíes, invitación a Bagdad para que anuncie su intención de retirarse inmeditamente de Kuwait, envío de observadores de la ONU para controlar la retirada, garantía de no agresión a Irak, promoción de medidas para asegurar el arreglo pacífico. Según el plan francés, el Consejo se comprometía también a "una contribución activa en la solución de los problemas de la región y en particular el problema árabe-israelí".La propuesta fue rápidamente rechazada por Estados Unidos porque vinculaba la retirada de Kuwait con la cuestión palestina, negativa que los franceses consideran injustificada por estimar que nose atiene a lo propuesto en realidad. El embajador norteamericano en la ONU, Thomas Pickering, declaró: "Hemos dicho muy claramente que no estarnos en favor de iniciativas que crean lazos artificiales. Todo esfuerzo debe proceder ahora de Sadam Husein". Pickering dijo que que su país no consideraba apropiado el vínculo que parece contener el último intento de paz presentado por el delegado francés". Las palabras de Pickering, un jarro de agua fría para quienes confiaban en la propuesta francesa, se referían a la postura norteamericana de no aceptar en ningún caso la convocatoria de una conferencia de paz sobre Oriente Próximo en la que se aborden conjuntamente la cuestión palestina y la retirada de las tropas iraquíes de Kuwait.

A la diplomacia francesa no se le escapaba la dificultad de conseguir que Estados Unidos aceptara en el Consejo de Seguridad la necesidad de celebrar una conferencia internacional, informa desde París Javier Valenzuela.

Defensa europea

Pero como ha recordado el ministro de Asuntos Exteriores galo, Roland Dumas, Francia y numerosos países europeos defienden tal conferencia desde hace varios años. España y Alemania apoyaron esta iniciativa francesa.El presidente George Bush, por otra parte, informó anoche a los líderes del Congreso sobre los últimos acontecimientos en la crisis del Golfo dos días después de que las dos Cámaras del Capitolio le concedieran la oportuna autorización para utilizar a las Fuerzas Armadas norteamericanas contra Irak en apoyo de las resoluciones de las Naciones Unidas.

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Según informaron los corresponsales acreditados ante la Casa Blanca, el ambiente que se respiraba ayer en la mansión presidencial era una mezcla de pesimismo y fatalismo sobre la inevitabilidad de un conflicto armado.

A la salida de su entrevista con Bush, los líderes parlamentarios confirmaron la gravedad de la situación. El líder de la mayoría demócrata en el Senado, el senador George Mitchell, manifestó que el presidente no había cambiado sia opinión de que "se tendría que utilizar la fuerza contra Irak" si no se producía una retirada de Kuwait.

Por su parte, el líder de la minoría republicana, el senador Robert Doyle, puso toda la responsabilidad sobre lo que ocurra en el Golfo en los hombros del presidente iraquí, Sa dam Husein. "Sadam Husein empezó todo esto y le corresponde terminarlo sil así lo quiere", dijo.

El propio secretario de prensa de la Casa Blanca, Marlin Fitzwater, aún advirtiendo que el 15 de enero "no era un plazo para el inicio de las hostilidades, sino para la retirada iraquí", puntualizó, sin embargo, que "cada momento que pasa después de esa fecha [sin que se haya producido la retirada] es un tiempo prestado".

Pesimismo

Fitzwater reconoció el ambiente pesimista que reinaba en la Casa Blanca al reférirse a "la grave preocupación y sombría ansiedad que nos erribarga con relación a la expiración del plazo de las Naciones Unidas". "Sólo nos queda esperar y con fiar en lo mejor. Entretanto pedimos al pueblo norteamericano que rece por nuestro país y por nuestras tropas", añadió el portavoz.Cada minuto que pasa, un solución negociada a la crisis se convierte en más problemática La esperanza expresada por Fitzwater supone más la expresión de un deseo que una realidad basada en hechos concretos, especialmente después del fracaso de la misión mediadora emprendida por el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, en Bagdad durante el fin de semana.

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