España apuesta por una última mediación árabe

En vísperas de que concluya el plazo dado por la ONU a Irak para abandonar Kuwait, las doce de la noche de hoy en Nueva York (seis de la mañana del miércoles en España), la diplomacia española ensaya su último cartucho: una mediación árabe, auspiciada por la OLP y Argelia. "Nuestra esperanza está ahora en los países árabes", declaró el titular de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, al volver de Bruselas, donde asistió a una reunión con sus homólogos comunitarios. El denominado minigabinete de crisis se reunió anoche en La Moncloa más de cuatro horas para debatir el respaldo de la CE a la propuesta española.

Fernández Ordóñez agregó a su llegada a Barajas antes de dirigirse a La Moncloa: "Ellos [los países árabes] son quienes pueden conducir al presidente iraquí a tomar una decisión mínimamente razonable". A pesar de su semblante pesimista, el titular de Exteriores subrayó: "Sigo hasta el último minuto esperando esa decisión por parte de Irak", según informa la agencia Efe.La reunión del presidente del Gobierno, Felipe González, con Fernández Ordóñez y el titular de Defensa, Narcís Serra con asistencia de la ministra portavoz, Rosa Conde, se inició a primera hora de la noche debido a la reunión de la ejecutiva del PSOE. El presidente abandonó la sede socialista a las 19.15 y se dirigió a La Moncloa, donde a las 23.30 continuaba reunido el minigabinete Fernández Ordóñez transmitió a González, según fuentes del Ministerio del Portavoz, una "impresión sombría y pesimista" sobre la entrevista mantenida ayer entre el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuellar, y el presidente iraquí, Sadam Husein.

Una nota hecha pública anoche por el Ministerio del Portavoz señala que el Gobierno "ha estudiado y apoya el proyecto de declaración sugerido por Francia al presidente del Consejo de Seguridad de la ONU". El texto agrega que este proyecto de declaración "coincide sustancialmente con los planteamientos del Gobierno español", trasladados ayer mismo a la reunión de los ministros de Exteriores de los Doce.

Fernández Ordóñez ya había informado telefónicamente a Felipe González antes de llegar a La Moncloa de la acogida favorable dispensada por los ministros de la CE a la propuesta española de propiciar una intervención árabe, para convencer a Sadam Husein de que se retire de Kuwait. La idea se fue concretando el domingo por la mañana, durante la última reunión del minigabinete, tras la audiencia imprevista que el jefe del Gobierno concedió al responsable de relaciones exteriores de la OLP, Faruk Kadumi. Un destacado papel en la operación lo tendría Argelia, cuyo presidente, Chadli Benyedid, hizo una breve escala en Madrid a finales de diciembre.

La idea española, convertida en última oportunidad para la paz tras el fracaso de la mediación de Pérez de Cuéllar y la renuncia de la troika comunitaria a viajar a Bagdad, parte del principio, que González ha sostenido invariablemente desde el inicio de la crisis, de que lo mejor, y lo más factible, es una "solución regional" al problema. Al implicar a la OLP se conseguiría también privar a Sadam Husein de su mayor excusa, la utilización del problema palestino para justificar la anexión de Kuwait, en opinión de medios diplomáticos.

La búsqueda de una solución diplomática a la crisis del Golfo absorbe casi totalmente a González, según algunos de sus colaboradores, hasta el punto de que éste ha dejado de lado la resolución de la crisis de Gobierno, abierta por la dimisión de Alfonso Guerra.

Además de Fernández Ordóñez, como es obvio, también Narcís Serra está volcado totalmente en la evolución del conflicto. Aunque en Defensa no se ha creado una célula de crisis, según fuentes de dicho departamento, Serra mantiene constantes reuniones con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Gonzalo Rodríguez Martín-Granizo, y con el jefe de la Armada, almirante Carlos Vila, a las que se incorporar eventualmente el director general de Política de Defensa, general Francisco Veguillas, y el director del Cesid (servicio de información militar), el general Emilio Alonso Manglano.

Anguita y los obispos

Por otra parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, hizo ayer un llamamiento a la Conferencia Episcopal para que adquiera un papel protagonista en la defensa pública de una solución pacífica al conflicto del Golfo, según informa Luz Sánchez-Mellado. "El jefe máximo de la Iglesia católica ya se ha pronunciado, por lo tanto es el momento de que la Conferencia Episcopal, de la misma forma en que se pronuncia sobre otras cuestiones, dedique ahora todos sus esfuerzos apostólicos en favor de la paz", manifestó Julio Anguita.