El riesgo de conflicto crea la alarma en Canarias
La inminencia de un posible conflicto bélico en Oriente Próximo ha desatado en la población de Canarias una psicosis de desabastecimiento, estimulada por la sensación de aislamiento que se vive en el archipiélago y su fuerte dependencia económica del exterior. Las cifras de ventas de productos básicos en el comercio de la alimentación se han disparado en los últimos días.El presidente del Gobierno autónomo, el centrista Lorenzo Olarte, declaró ayer a este periódico: "Estamos a ciegas en cuanto a las previsiones que pueda tener el Estado español respecto a Canarias en caso de conflicto bélico. Por esta razón, a nadie debe extrañar que nosotros queramos, casi por libre, y forzados por las circunstancias, buscar la forma de garantizarnos un suministro de petróleo para el supuesto de que las cosas se pongan feas", añadió. Olarte Cullen indicó que no creía necesario que la población optara por un "avituallamiento masivo".
Antonio Doreste, consejero de Industria y Energía del Gobierno autónomo, anunció ayer a EL PAÍS, desde Caracas (Venezuela), que el Ejecutivo de dicha república aseguraba el desvío de parte de sus excedentes de petróleo a las islas, en caso de guerra en el Golfo.
Según Javier Martín Carbajal, delegado de la Compañía Española de Petróleos, SA (CEPSA) en Tenerife, esta empresa confía en que no se llegue al desabastecimiento, dadas las previsiones del plan establecido por la misma para este caso. CEPSA posee reservas para 90 días, que representan unas 700.000 toneladas de crudo. Canarias consume al año dos millones de toneladas.
Carmelo Tosco Pérez, vicepresidente de la Asociación Provincial de Empresarios Importadores y Distribuidores de Productos de Consumo de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, reconoció ayer que "ha cundido el pánico entre los consumidores". Tosco Pérez precisó que los propietarios de supermercados están incrementando los pedidos al ver desbordadas sus previsiones por la demanda. Mientras, la representación del Gobierno central en Canarias descartó cualquier riesgo de desabastecimiento.
