Baker arranca a Paris su "`total acuerdo"

El secretario de Estado norteamericano, Jarnes Baker, se entrevistará hoy en Ginebra con el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Tarek Aziz, con la seguridad de que todos los aliados de Estados Unidos forman una piña en torno a sus posiciones. Baker arrancó ayer el "total acuerdo" francés con la firmeza que hoy exhibirá ante el ministro iraquí. París, no obstante, se reserva la posibilidad de efectuar un último esfuerzo unilateral por la paz si fracasa el encuentro de Ginebra. Baker abandonó ayer París en dirección a Bonn y Milán con la satisfacción de haber obtenido el apoyo inequívoco del presidente François Mitterrand ante su reunión con Tarek Aziz,Según declararon Baker y el jefe de la diplomacia gala, Roland Dumas, las diferencias sobre el conflicto del Golfo entre Francia y Estados Unidos no alteran lo sustancial: Irak debe retirarse de Kuwait o prepararse para ser atacado a partir del 15 de enero.

Al término de una reunión de 90 minutos con Mitterrand, Baker proclamó que París y Washington están "totalmente unidos en sus objetivos", y precisó que éstos son 1a aplicación completa de las resoluciones de la ONU antes del 15 de enero". Dumas confirmó la "plena solidaridad" francesa con la exigencia de una "retirada total e incondicional de las fuerzas iraquíes de Kuwait".

El 4 de enero, Mitterrand declaró: "Tengo un gran respeto por el presidente Bush, pero no me siento como un soldado de segunda clase que debe obedecer a su general en jefe". No obstante, París prefirió ayer reafirmar solemnemente sus coincidencias con EE UU, a fin de que Sadam Husein no pueda hacerse "falsas ilusiones" sobre la existencia de "serias divergencias" en el seno de la coalición antiraquí.

Baker y Dumas restaron importancia al hecho de que, a cambio de su retirada de Kuwait, Francia esté dispuesta a prometer a Sadam la celebración de una conferencia de paz sobre el problema palestino, lo que EE UU rechaza de plano.

En los días previos a la visita de Baker a París habían surgido "diferencias de matiz" entre las posiciones francesa y norteamericana. A Washington no le había gustado en absoluto la posición francesa en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad Europea del pasado viernes. A cambio del anuncio iraquí de la retirada de Kuwalt, París pensaba que la CE podía ofrecer a Irak la promesa de no ser atacado y un llamamiento a celebrar una conferencia internacional de paz en Oriente Próximo.