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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Mujeres de militares

Se vienen sucediendo dentro y fuera de los cuarteles comentarios diversos, probablemente por desconocimiento, acerca de las actividades de las mujeres de los oficiales de la escala especial, por lo que deseamos salir al paso y evitar en lo posible que se repitan, especialmente los maliciosos.La coordinadora, en trámites de legalización, tiene unos estatutos elaborados democráticamente y a nivel nacional. Cierto es que resulta vergonzoso que las familias de los profesionales de las Fuerzas Armadas, de las que nuestros maridos se sienten tan orgullosos como el que más, tengan que llegar a estas situaciones, de las que algunos, con y sin uniforme, debieran cuando menos sonrojarse, no ya por el hecho en sí, sino por las causas que lo motivaron. Entre ellas destacan, además del abandono de sus mandos, el incumplimiento de los artículos 14 de la CE, 24 de la Ley 14/82 y 14, 181 y 185 de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas. Hecho que fue denunciado en el año 1988 por alguna esposa (existen documentos que lo acreditan) ante el Ministerio de Defensa. Aún estamos esperando respuesta.

También los partidos políticos en la oposición están trabajando en el.asunto. Por otra parte, se iniciaron por nuestros maridos en el año 1987 acciones legales, que son las que se pueden y deben realizar.

La desmoralización, al menos colectivamente, aún no se ha producido, afortunadamente, pero la frustración... ¿Desean que les enumeremos, una a una, las discriminaciones sufridas por los oficiales de ciertas escalas?

No somos en modo alguno radicales, pero tampoco pasamos de los problemas que, directa o indirectamente, puedan afectar a nuestras familias. Y no es cierto, en absoluto, que el móvil de las quejas sea el económico, aunque, llegado el caso, sería un motivo más de protesta; la causa primordial es la indignación que produce el sentirse indefensos ante la subestimación y el abandono de que son objeto nuestros maridos por parte de la alta jerarquía militar y política actualmente en la cúpula del poder por causas no muy claras, aunque se intuyen en los primeros y tal vez por ignorancia de la realidad en los segundos.

Nosotras no hemos hecho la Ley 17/89, que empaña la imagen de las Fuerzas Armadas. Al caer tres clases de oficiales, solamente nos hemos limitado a sacar a la luz algo que de otro modo jamás sabría el público en general, algo que otros han elaborado y que pretendían silenciar votándola sola en la comisión correspondiente y sacándola, como al ministro, por la puerta trasera del Congreso. Creemos sinceramente que sus companeros merecían mejor consideración.

Por último, les diremos que todas las acciones judiciales (aunque recurran las sentencias que nos sean favorables), políticas, de información y de presión necesarias se pusieron en marcha antes de que ustedes supieran de nuestra existencia como asociación y que se incrementarán, si necesario fuere, con objeto de conseguir que se haga justicia. No olviden los que piensan que las mujeres deben estar en casa, atadas a la cama y con la pata quebrada que nos sentimos orgullosas de poder ser útiles, que no utilizadas, y que servimos para algo más que para lucir pieles y joyas en fiestas de patronas-

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