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EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

El Consejo del Golfo pretende integrar a Irán

A. E. / AGENCIAS El ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, jeque Mubarak Alí al Jater, declaró ayer en Doja que "Irán, debido a su posición geográfica, será integrado en cualquier acuerdo de seguridad" que decidan las monarquías del Golfo.

Estas declaraciones fueron realizadas al final de la primera jornada de la 11ª cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) que ayer se abrió en Qatar. Este país ha presentado a las otras cinco monarquías petroleras de la península Arábiga -Arabia Saudí, Emiratos rabes Unidos, Kuwait, Omán y Bahrain- un plan sobre medidas de seguridad que prevé mayor colaboración militar entre ellas y, tal vez, un pretexto para la permanencia de las tropas norteamericanas.

"Irán es nuestro vecino y un Estado amigo con el que tenemos relaciones históricas. Ha mostrado buenas intenciones en su voluntad de cooperar con los paises del CCG", afiadió Al Jaber.

Mientras las monarquías hacen guiños al país con el que Irak ha sostenido una larga guerra de ocho años, cuya paz definitiva sólo se ha firmado al iniciarse la crisis del Golfo, Bagdad se mantiene firme en sus declaraciones de que no se retirará de Kuwait.

"Utilizaremos todas las armas de que disponemos para no dar nuestro país al enemigo. Kuwait es nuestro territorio", declaró ayer el presidente del Parlamento iraquí, Saadi Majdi Salej, al señalar que Irak no dispone de .la bomba atómica, pero posee otras armas efectivas, entre las que se incluyen las químicas.

Cierre de escuelas

Miles de niños se m ánifestaron ayer frente a la Embajada de Estados Unidos en Bagdad. Al mismo tiempo, un comunicado del Gobierno anunciaba que todos los centros de enseñanza, desde los jardines de infancia a la Universídad, se cerrarían en el momento en que estallase un conflicto bélico.

Se han ejercido todas las presiones, EE UU ha accedido ha respaldar la protección de la ONU a los palestinos, se habla de guerra inminente y se defienden todos los esfuerzos diplomáticos, pero a pesar de este juego del palo y la zanahoria, el líder iraquí no se da por aludido. Así vive Occidente estas vísperas de la fecha fatídica del 15 de enero. En Irak es otra cosa. Sus dirigentes saben del valor de la vida humana en la cultura a la que se enfrentan y están dispuestos a tirar de la cuerda hasta el último segundo, cuando apenas quede un hilo para evitar lo peor.

"¿Por qué creen los europeos que los norteamericanos derrotarán a los musulmanes?", le preguntó anteanoche Sadam a su entrevistador en las pantallas de una cadena de televisión alemana. "¿Ha pensado usted alguna vez en que pueden perder? Eso es lo que nosotros creemos... Dios está de nuestro lado", añadió.

Tres semanas antes de que se cumpla el plazo, Sadam ha rechazado la advertencia y anunciado que no se retirará del emirato. Sus atrevimientos verbales demuestran que no se cree las amenazas de guerra. "Cuando hayan caído 5.000 soldados norteamericanos, [George] Bush tendrá que poner fin a tal guerra, no porque sus soldados sean malos, sino porque él es un mal líder", aseguró en la entrevista.

Expertos en defensa occidentales creen que un Sadam Husein desesperado podría intentar un ataque suicida contra un portaaviones norteamericano en el Golfo para apuntarse una victoria propagandística.

No se saºún, pero lo que está que cuenta con un Ejército de un millón de hombres dispuestos, o conminados, al sacrificio, y un potencial de voluntarios mucho mayor. Si falla la estructura militar siempre cabe el llamamiento al martirio, tan arraigado en las estructuras sociales y religiosas de esta parte del mundo.

Sus vecinos del Golfo lo saben, porque comparten con él un mismo credo e incluso una lengua y cultura comunes. Por eso su reunión, estos días en Doja, la capital de Qatar, adquiere un significado distinto de las rutinarias que les congregaban en años anteriores.

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