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Crítica:CANCIÓN
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Marina lejana

Marina Rosell acaba de publicar Cinema blau, un disco elegante, bien producido y mejor arreglado por Joan Bibiloni. El próximo día 28 presentará este trabajo en el Palau de la Música de Barcelona, ante su público, y la actuación de la cantante catalana en Madrid pareció un ensayo general para esta actuación."Joan", dijo Marina Rosell con buen humor, dirigiéndose a Bibiloni, mientras éste daba al público una extensa lección práctica de cómo se afina una guitarra en tonalidad abierta "¿en el Palau también lo haremos así?". Ante un público escaso, amigo e incondicional, la cantante ofreció un recital desigual, espontáneo y con dos partes bien diferenciadas.

En la primera, Marina Rosell centró su repertorio en temas antiguos, con su clásica manera de interpretar, distanciada y de cierta inexpresividad. El raquítico equipo de sonido tampoco ayudó a que los planos y matices de su sexteto acompañante, con el magnífico Toni Xuclá al frente, pudieran desarrollarse en plenitud, aunque estas deficiencias no pueden justificar los desajustes en los arreglos ni en la interpretación, especialmente evidentes en sus acercamientos a la música de Angelo Branduardi y a las canciones populares mallorquinas, con versiones muy deficientes.

Marina Rosell

Marina Rosell (voz), Toni Xuclá (guitarra), Josep Lluís Jornet, Panchulo (teclados), Josep Lladó (teclados), Josep Pascual (saxo, clarinete, coros), Raimon Ferrer (bajo), Jordi Satorra, Choly (percusión). Artista invitado: Joan Bibiloni (guitarra, voz). Aforo: 100 personas. Entrada libre. Centro Cultural de la Villa. Madrid, 19 de diciembre.

En el haber de esta primera parte, una excelente composición: Barca del tiempo, inspirada en una carta de Salvador Espriu a Roselló Porcel, de clasicismo cercano a esas progresiones en fuga, tan características de Marina Rosell.

Estreno

Y apareció en escena Joan BibiIoni, para incorporarse al grupo y estrenar las canciones de Cinema blau. Bibiloni es un músico múltiple: guitarrista, cantante, compositor, arreglista, productor, técnico de sonido... y showman. Comenzó con un tema instrumental mil veces repetido y escuchado, hizo el ganso y demostró sus cualidades técnicas, su extraversión y su sensibilidad, compenetrándose bien con Toni Xuclá. Además de Joan Bibiloni, con Cinema blau entraron las programaciones rítmicas, los sonidos de acordeón, una mayor riqueza tímbrica y una interpretación más ajustada.Marina Rosell mantuvo su peculiar lejanía en la intensidad interpretativa, en la concentración y en el dramatismo, siempre envuelta en un aire ausente, como si le costase empaparse e involucrarse en las canciones. En temas como Autopista sense fi o Llarga es fa la nit esta ausencia quedó limada por la calidez de los arreglos y la excelente labor de los músicos. Cinema blau es un disco de buenas canciones -Ultima postal, Music de jazz (a Tete Montoliu), No vull que m'oblidis, Imposible soroll imposible-, con Glendi como evidente puente de enlace con algunos temas anteriores de Marina Rosell, aquellas en las que bucea en la música popular griega y mediterránea.

En esta segunda parte del recital todo fue mejor. Marina Rosell consiguió mayor intimidad, defendió con mayor convicción la nostalgia que envuelve su voz y sus canciones y logró convencer desde el distanciamiento. A pesar de que su actuación en Madrid significó un puente hacia la presentación en Barcelona de esta Marina lejana.

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