Gorbachov amenaza a las repúblicas rebeldes con estados de excepción

El clima de agitación extrema que se vive en varias repúblicas soviéticas llevó ayer al líder del Kremlin, Mijaíl Gorbachov, a amenazar con la imposición del estado de excepción o el Gobierno presidencial directo en las zonas de la Unión Soviética afectadas por conflictos nacionalistas virulentos.

En síntesis, la medida apuntada por Gorbachov ante el Congreso de los Diputados Populares supondría que las repúblicas rebeldes (entre las que destacan las bálticas) dejarían de estar gobernaclas por las autoridades locales a favor del poder central de Moscú.El líder soviético encontró el terreno allanado por un llamamiento a las medidas de emergencia lanzado por 53 parlamentarlos, entre los que se encontraban varios altos cargos del Ejército y el patriarca de la Iglesia ortodoxa.

De la gravedad de la crisis que atraviesa la URSS dan cabal idea los duros ataques que el presidente de la República Federativa Rusa, Borís Yeltsin, dirigió ayer contra la actual dirección del Kremlin, a la que acusó de sabotear las reformas radicales, socavar la soberanía de las repúblicas y gobernar recurriendo a la improvisación.

La llamada revolución desde arriba se ha acabado", señaló Yeltsin. "El proceso de renovación del país está bloqueado en el centro y se ha trasladado a las repúblicas". Y añadió: "Al ignorar las declaraciones de soberanía, el pocer central reanima el sistema de ordeno y mando". En opinión del dirigente radical, Gorbachov trata de hallar la fórmula para imponer un régimen autoritario ilimitado".

El clima de pesimisnio generalizado se vio alimentado ayer incluso por el todavía primer ministro, Nikolái Rizhkov, quien, en un discurso que casi suponía su despedida del cargo, llegó a reconocer el fracaso de la perestroika, entendida como proceso de renovación del socialismo, es decir, en la forma en que se diseñó en 1985.

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