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Cossiga, cada vez mas aislado, parece cerca de renunciar

Juan Arias

El Presidente de la Republica Italiana, el democristiano y católico practicante Francesco Cossiga, de la izquierda de su partido, se ve cada día más solo y hay quien piensa que podría dimitir de un momento a otro.Cossiga está atravesando, según los observadores y quienes le están cercanos, una grave crisis existencial al sentirse víctima de una conjura para obligarle a dimitir antes de que acabe su mandato.

Al sentirse amenazado, empezó, sobre todo tras la muerte de su antecesor Sandro Pertini, a arremeter contra todo y contra todos: contra la magistratura, contra los jesuitas de Palermo, contra el ministro socialista del Trabajo, Rino Formica, contra los comunistas, contra la televisión y los periódicos, y contra las Ligas.

Se despierta casi al alba y empieza a hacer llamadas de teléfono a políticos y otras personalidades, y se sienta enseguida en su despacho a escribir cartas de fuego.

Cossiga ha pedido a sus colaboradores que le recojan en un ordenador todas sus declaraciones públicas, con índices analíticos, al igual que todo lo que se dice de él, y cada mañana controla todo el material antes de entrar de nuevo en polémica con alguien.

La última gota del vaso que ha hecho decir al secretario comunista, Achille Occhetto, que el Presidente "ya no ofrece garantías" y que debe abordar el Parlamento el caso del Quirinal, han sido las duras palabras de Cossiga contra el secretario republicano, Giorgio La Malfa, al que llamó "imprudente e impúdico" y al que recordó que su padre, Ugo, sí era todo un señor. En defensa de La Malfa ha salido enseguida Giovanni Spadolini, presidente del Senado, republicano y segunda autoridad del Estado.Por su parte la Comisión para los servicios secretos del Parlamento, que debía haber interrogado, aunque por escrito, a Cossiga sobre el caso Gladio y el fallido golpe del plan Solo ha aplazado el encuentro del Quirinal hasta que el Gobierno. como había prometido, entregue a la comisión los famosos omisis sobre el plan Solo, es decir lo que del asunto está aún bajo secreto militar de Estado.

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