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200 metros en Velázquez por 1.472 pesetas

Javier Casqueiro

Los miembros de la comisión de dueños de casas de renta antigua tienen controlados tres pisos de la calle de María de Molina con contratos del año 1932, con rentas actuales de 827 pesetas. En esta misma calle se aprecia el caso de una vivienda de 86 metros cuadrados, alquilada en 1943 por 135 pesetas, que ha visto incrementada su renta después de 47 años en tan sólo 152 pesetas. Aunque peor lo tiene el propietario de un piso de 250 metros en plena calle, de Velázquez, que firmó en 1945 un arrendamiento de 1.472 pese tas que no ha mejorado nada en 45 años.En el distrito de Retiro, a 200 metros de la Cibeles, se construyó en 1929 una casa de lujo de seis pisos con estructura moderna de hierro, cuarto de baño y aseo, escalera principal y de servicio, portal y fachada de mármol, ascensor y montacargas, trastero, suelos de parqué, calefacción central, instalación de gas y superficies de entre 190 y 220 metros cuadrados. Sus rentas fluctúan entre 1.216 pesetas la más barata y 3.233 la más cara y los contratos datan de la década de los cuarenta.

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Tanto el presidente, Francisco Iglesias, como dos de las vocales de la comisión de propietarios de pisos con rentas congeladas, aseguran firmes que estos inquilinos "no son trabajadores ni jubilados ni parados, sino que tienen título superior y segundas y terceras residencias". Estos propietarios afirman que sus ganancias no dan "ni para mantener el ascensor, porque Zardoya-Otis cobra por un elevador de tipo medio 35.000 de mantenimiento al trimestre".

Esta comisión denuncia que a este tipo de rentas les han sacado provecho los especuladores, "que han podido beneficiarse de la situación de abandono o ruina para comprarlas, rehabilitarlas y luego venderlas, y también los bancos, con todas las sucursales establecidas antes de 1964, los colegios públicos y las estafetas de Correos".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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