Gorbachoy promulga un decreto para luchar contra el caos económico soviético
El presidente soviético, Mijaìl Gorbachov, promulgó ayer un decreto para luchar contra "la desorganización" de la economía soviética, por el cual se suspenden las decisiones adoptadas en ese terreno por las repúblicas federadas. Gorbachov encargó al Gobierno soviético que defina de ahora a finales de mes las importaciones necesarias para la economía soviética en 1991 y que establezca un estricto control de las exportaciones.
El decreto suspende para 1991 "todas las decisiones de los órganos federales, republicanos y locales que violen los lazos económicos en el terreno de la entrega de la producción". Todas las empresas del sector estatal, que podrán en principio elegir libremente sus proveedores y sus clientes a partir del próximo 1 de enero, "deben firmar en diciembre los contratos para 1991 que garanticen un nivel de entregas necesarias para las necesidades del Estado, según los vínculos económicos existentes".
El general diputado
Por su parte, el Estado Mayor General de la Fuerzas Armadas de la URSS ha entrado en conflicto con el Presídium del Sóviet Supremo de Rusia al pedir a este Parlamento permiso para enviar a retiro al general y diputado Dmitri Volkogónov, quien actualmente ocupa el puesto de director de Instituto de Historia Militar. La cúpula militar soviética querría deshacerse de Volkogónov por las críticas que éste ha hecho al presidente Gorbachov.El lunes 10 por la tarde, en el II Congreso Extraordinario de los Diputados de Rusia, Volkogónov criticó las nuevas ambiciones de poder de Gorbachov. Según el general, desde marzo, cuando Gorbachov fue elegido presidente, ya tenía poderes suficientes. Sin embargo, el máximo líder soviético continúa acaparando más poder, sin que ello haya hecho mejorar la situación. "De lo que se trata", dijo Volkogónov, "no es de reunir mayores poderes, sino de utilizar eficazmente los que ya tiene".
Ésta es la segunda vez que este general critica a Gorbachov. En vísperas de la visita a España también lo hizo, y causó gran malestar en el entorno del presidente. Líder de una nueva fracción en el Parlamento ruso, la de centro-izquierda, Volkogónov es un político en alza, que últimamente está actuando como una especie de mediador entre los diputados radicales de izquierda y los comunistas conservadores. En sus frecuentes intervenciones da ejemplo de cómo solucionar problemas complejos a través de compromisos.
Volkogónov, según él mismo cuenta, fue citado esta semana al Estado Mayor. Allí le dijeron que debía pedir su retiro, a lo que él se negó por considerarlo una persecución por la crítica hecha al presidente. Entonces el Estado Mayor mandó una carta al Sóviet Supremo Parlamento ruso para que se le permitiera echar a Volkogónov, pero el Presídium del Parlamento rechazó unánimente esta petición.
Volkogónov, al principio, no era del agrado de los radicales.
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