Seis policías colombianos mueren en un atentado registrado en Medellín

Al menos seis policías colombianos murieron ayer en un atentado con explosivos contra el autobús en el que viajaban los agentes por un suburbio de Medellín. Los atacantes lanzaron bombas contra el vehículo que se dirigía hacia un relevo policial en el sector denominado Francesco Antonio Zea, en el norte de la segunda ciudad colombiana.El atentado interrumpió la aparente calma reinante desde finales de julio en Medellín, cuando las organizaciones de narcotraficantes anunciaron una "tregua unilateral" de acciones terroristas y asesinatos de policías.

Por otra parte, Antonio Navarro Wolf, jefe del M-19 y ganador indiscutible de las elecciones del pasado domingo en Colombia, dijo a EL PAÍS que "es necesario un acuerdo de los constituyentes para salvar la Asamblea. Quienes no quieran defendernos que renuncien y dejen el puesto a quienes sí creen en ella".

Fue su respuesta al debate iniciado por los políticos tradicionales, que, escudados en la altísima abstención registrada en los comicios, tratan de invalidar la Asamblea. Eso se llaman patadas de ahogado. Los políticos colombianos son como Jalisco: nunca quieren perder. Ahora perdieron, y como es evidente que atrás quedarán una serie de privilegios, se resienten por eso".

Navarro, por razones de seguridad, se refugió en un pequeno caserío de Mariño, una provincia al sur del país, para seguir al lado de la gente del pueblo las incidencias de las elecciones del domingo. A su regreso a Bogotá dialogó con EL PAÍS en su bunker situado en un barrio residencial de esta ciudad. "Estoy contentísimo; estoy feliz", fue lo primero que dijo, alzando los brazos para expresar toda la alegría del triunfo.

Luego habló en la campaña iniciada en el Congreso para torpedear la acción de la Asamblea Nacional Constituyente. "Los que abanderan este debate son muchos de los que llegaron al Senado comprando votos. ¡Qué van a hablar de legitimidad los compradores de votos! Es una vergüenza". Defiende categóricamente la labor de la Constituyente: "La mayoría de los que votaron el domingo nos pidieron que reformáramos a fondo la Constitución, y lo vamos a hacer. ¡No vamos a recibir instrucciones de los compradores de votos!".

Tal vez no exista en Colombia una carrera política más vertiginosa que la de Antonio Navarro Wolf. Este ingeniero sanitario de 43 años era hace apenas nueve meses un comandante guerrillero. El 8 de marzo pasado, como todos sus companeros, dejó su fusil rebelde y cinco meses después triunfó en la política.