El Parlamento argelino debate por primera vez la gestión de un Gobierno

Por primera vez en la historia política de Argelia, la gestión de un Gobierno ha sido sometida a debate parlamentario. Esta es una de las consecuencias del proceso de la perestroika argelina, que se inició hace dos años. El debate sobre la gestión del Gobierno del primer ministro, Mouloud Hamrouche, se inició el pasado sábado en el seno de la Asamblea Popular Nacional, ante la cual Hamrouche presentó un balance de sus 14 meses de gestión.

Mucho antes de que se iniciara el debate, el propio presidente del país, Chadli Benyedid, había anunciado su decisión de continuar con su programa de reformas y de seguir apoyando a su primer ministro, descartando así cualquier hipótesis de remodelación del Gabinete de gestión. Benyedid hizo estas manifestaciones en el transcurso de una entrevista concedida a la agencia oficial de prensa argelina APS.Por si las manifestaciones del presidente de la República no fueran suficientes, el Frente de Liberación Nacional (FLN) había decidido cerrar filas en torno a la política de Hamrouche y había promovido entre los diputados de la Cámara un escrito de adhesión. La carta ha sido firmada por 240 diputados de los 289 que configuran la Asamblea Popular Nacional. Con este gesto quedaba absolutamente minimizada la oposición que ha solicitado una moción de censura contra Hamrouche en un segundo documento firmado sólo por 30 diputados.

En el transcurso del debate parlamentario, 50 diputados han solicitado la palabra. Entre ellos se encuentra Abdelkader Merbah. Éste es el único diputado de la Cámara que milita en un partido de la oposición, ya que recientemente decidió abandonar el FLN para pasarse al partido Movimiento Argelino para la Justicia y el Desarrollo (MAJD). Este partido fue fundado recientemente por el ex primer ministro Kasdi Merbah, escindido del ex partido único. El diputado de la oposición hizo en su intervención parlamentaria un alegato en favor de su amigo asegurando que el Gobierno anterior de Merbah era mucho mejor que el de Hamrouche, entre otras razones porque no utilizaba la demagogia, sino el "argumento de los números".

El debate parlamentario sobre la gestión de gobierno del primer ministro ha pasado prácticamente inadvertido para la población argelina, preocupada por otros problemas mucho más urgentes, como el incremento del coste de la vida, el paro y la escasez de los alimentos. En medios políticos no se descarta que en los próximos meses haya en el país nuevos estallidos de cólera popular, similares a los de octubre de 1988.