Calidad de la enseñanza
Con relación a la noticia aparecida en su periódico el día 10 de noviembre de 1990, página 6, sobre Protesta de padres por la construcción de un comedor en el patio de un colegio, quiero manifestarle lo siguiente:Los padres manifestantes no fueron 30; eran 30 a las 12.30, cuando el periodista hizo acto de presencia en la plaza del Ayuntamiento. La protesta se había convocado a las once en el colegio y había alrededor de 70 personas, lo que ocurrió es que no todas bajaron a la plaza.
Al periodista se le explicó que lo que se quiere instalar no es un comedor escolar, sino un comedor social, ya que lo que se pretende es que recoja a niños del propio centro, de otros y de los servicios sociales del Ayuntamiento.
La decisión de reducir de 210 plazas del curso 1989-1990 a 150 la capacidad del comedor, como en años anteriores se venía haciendo, fue tomada por el consejo escolar el 28 de Junio de 1990, no a primeros de curso como se indica.
Que en la actualidad se han admitido 168 plazas para atender casos realmente necesitados, y que habían quedado sin plaza por puntuación baja al aplicar el baremo que acordó en su día el consejo escolar y que se dio a conocer a los padres.
Nosotros en ningún momento prevemos que los niños que asistan al pabellón social sean conflictivos y den problemas. Lo que solicitamos es que se cuide la calidad de enseñanza, que se evite la masificación, la indisciplina, que se igualen las plazas por aula y que la medida tomada vaya orientada a mejorar el centro. En escrito dirigido al MEC y al señor concejal de Educación, Maximiliano Puerro, con 110 firmas de padres que no quieren la instalación del pabellón, apuntábamos otras alternativas que consideramos mejores que la adoptada y que solucionarían el problema que en plazas de comedor tiene el municipio.
Pretendemos que el MEC y el señor concejal respeten los acuerdos tomados en el consejo escolar por unanimidad: reducir las plazas, que nos perjudica en la calidad de enseñanza: por mayor número de matrícula, por masificación, por indisciplina y por falta de lugares para pasar el tiempo desde que finalizan las clases hasta que comen, y después de comer hasta que vuelven a reanudar las clases, sobre todo en días fríos o de lluvia. El centro sólo dispone de tres aulas, con capacidad para 50 niños cada una.- portavoz del consejo escolar.
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