La ley y el reglamento
Los Doce discuten el proyecto de estatutos del futuro banco central europeo
Bruselas va a ser una ciudad agitada esta semana. A la convocatoria del GATT se va a añadir el lunes la reunión del Consejo de Ministros de Finanzas de los 12 países de la CE -Ecofin- en la que se discutirá un aspecto más de la unión monetaria: los estatutos del futuro banco central europeo. Aprobadas sus líneas generales por el comité de gobernadores de los respectivos bancos centrales, los ministros discutirán hoy, domingo, en Milán, de manera informal, el proyecto de estatutos y volverán a hacerlo mañana en Bruselas, en esa ocasión formalmente.
El 13 de noviembre fue, sin duda, un gran día para Phöl, el gobernador del poderoso e influyente Bundesbank alemán. La tesis de un banco central europeo único fuerte, pero sobre todo independiente de los poderes políticos, se había impuesto. El comité de gobernadores había aprobado en Basilea el proyecto de estatutos del futuro Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), en el que se consagran dos ideas fundamentales: la independencia de la institución y la estabilidad de los precios como su labor principal en conexión con el resto de los objetivos de política económica, como el crecimiento y el empleo. Se daba un paso más hacia la unidad monetaria en un camino todavía lleno de incertidumbres.Incluso con acuerdo en el objetivo final, la creación del banco único, hay que decidir quién lo compone y lo gobierna, y qué funciones tendrá. Y es ahí donde surgen las dificultades. Ya lo dice el refrán popular: "Haz tú la ley, que yo haré el reglamento".
Consejo y comité
Uno de los primeros temas de discusión entre los ministros será probablemente el de las competencias de los diferentes órganos de dirección del SEBC. El banco contará con un presidente, un vicepresidente, los 12 gobernadores de los bancos nacionales y un grupo de cuatro o cinco expertos. Todos ellos formarán el consejo del banco. La institución contará, además, con una comisión ejecutiva formada sólo por presidente, vicepresidente y grupo de expertos.
La polémica se centra en si esta comisión debe o no tener competencias más allá del seguimiento cotidiano de la gestión. Alemania y su zona de influencia (Dinamarca, Holanda y en este caso Bélgica) son partidarios de reforzar el poder de la ejecutiva. El resto, entre ellos España, opta por lo contrario.
Se teme que una ejecutiva con demasiados poderes acabe convirtiéndose en un núcleo importante de decisión dominado por los alemanes. La concentración de competencias en el consejo, con la presencia de representantes de todos los países, contrarrestaría ese poder.
Tampoco hay acuerdo en qué hacer una vez que el banco único funcione y obtenga beneficios. España lleva al Ecofin tina postura muy clara. "Los ingresos del banco", dice el secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez, "son recursos propios de la CE y deben servir para reforzar todas las políticas comunitarias". Es decir, los beneficios deben quedarse en la Comunidad y no repartirse entre los distintos miembros en función de su participación en el capital del SEBC, como plantean algunos países.
Los tipos de cambio son también motivo de discusión, pero en este caso todos los ministros de Finanzas, cómo una piña, se enfrentan a la opinión discrepante entre los gobernadores, favorables a que el SEBC asuma todas las competencias monetarias. Incluyen en el paquete el régimen cambiario, que afecta a decisiones tan importantes como la modificación en la paridad de la moneda. "La definición y las decisiones fundamentales sobre los tipos de cambio", dice Pedro Pérez, "deben ser competencia del Consejo de Ministros, mientras la instrumentalización de esas decisiones corresponde al banco". En otras palabras, los ministros quieren que el SEBC fije los tipos de interés e intervenga cotidianamente en el mercado, pero dejar al Ecofin, aunque con el asesoramiento del banco, decisiones políticas, como el establecimiento del régimen cambiario en el que se quiere operar.
Dos cuestiones más, la supervisión y la subsidiaridad, son también motivo de polémica. ¿Debe el SEBC ser el gendarme de las entidades financieras nacionales? España opina que sólo debería ejercer labores de vigilancia sobre bancos supranacionales muy fuertes y en el resto de los casos cada país debe continuar con su sistema habitual.
Por último, ¿quién instrumentalizaría la política monetaria en cada país, el SEBC o el banco emisor nacional? España y Alemania pelean prácticamente en solitario por que, tras un periodo de transición, sea competencia del banco único central. Pero el resto de los países, se resiste a ceder competencias a la institución central. Contra ello, Pedro Pérez argumenta que "no centralizar la ejecución de la política monetaria a la larga crearía en el sistema inestabilidad".
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