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Crítica:ROCK
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Extraterrestres

Los Ramones no son de este mundo. Llevan 16 años haciendo música sucia, simple y repetitiva. Dieciséis años haciendo del rock and roll un ruido maravilloso. Los cuatro miembros del grupo ronda los 40, y siguen haciendo canciones para adolescentes de manera creíble. La gente continúa asistiendo a sus conciertos para vibrar desde la primera a la última canción, y no exige ni sorpresas ni evoluciones. Sólo diversión.Los Ramones y su público han superado el paso del tiempo con envidiable buena salud juntos siguen alcanzando noche tras noche un éxtasis difícil de explicar mediante la lógica Un estado de euforia colectiva sólo comparable al que logran algunos grupos de heavy metal. A mediados de los años setenta, los Ramones irrumpieron en la escena musical neoyorquina con una oferta sorprendente: canciones de dos minutos de duración interpretadas a todo volumen y a toda velocidad. Algunos les llamaron punks. Esa delirante oferta cuajó de inmediato en Europa e Inglaterra parió a los Sex Pistols, a los Clash. Los Ramones son los últimos supervivientes a un planteamiento musical suicida.

Ramones

Joey Ramone (voz), Jonny Ramone (guitarra y voces), Marky Ramone (batería) y C. J. Ramone (bajo y voces). Pabellón de Deportes del Real Madrid. Entrada: 2.500 pesetas. 3.500 personas. Madrid, 30 de noviembre.

Durante una hora y media trituraron los cuerpos y los cerebros de 3.500 personas. Ofrecieron decenas de canciones primarias, de no más de tres acordes, interpretadas a una velocidad de vértigo. No había cuartel. Ni un matiz. Ni un solo alarde técnico, instrumental o visual. Ni una sola balada. Una apisonadora desbocada dispuesta a machacar a todo el que se cruzase en su camino. Una fiesta con barra libre de adrenalina.

Es la misma historia que escribieron en 1974, contada con las mismas palabras y en un tono de voz muy similar. Pero sigue siendo una buena historia, verdadera y fácil de entender, y mucha gente disfruta escuchándola año tras año. Son incombustibles, fieles a su explosiva música, sin cambiar jamás de imagen y ajenos por completo al paso de los años, las modas y las corrientes sonoras. El cambio de Deedee Ramone, el bajista original, por C. J. Ramone no ha supuesto ningún lastre para el grupo, que en esta ocasión logró sonar algo más nítido que en su anterior visita. Como teloneros actuaron BB Sin Sed.

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