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EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

Problemas para identificar al enemigo en caso de guerra

JAVIER AYUSO, ENVIADO ESPECIAL, A medida que pasa el tiempo, el mando de la Operación Escudo del Desierto se encuentra con nuevos problemas de coordinación de los distintos ejércitos que componen las fuerzas multinacionales desplegadas en la zona del golfo Pérsico. La última dificultad conocida es la identificación del enemigo en caso de guerra.

El problema suena a absurdo pero es más grave de lo que parece a primera vista. Las fuerzas aliadas están compuestas por ejércitos de 23 países, que utilizan un armamento muy diferente y unos códigos de comunicación distintos.Coordinar todas las tropas en caso de combate traerá, sin duda, problemas a la hora de definir los avances y contraataque. Es una cuestión ya planteada en el seno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y que supuso la puesta en marcha de un avanzado sistema de identificación para los Ejércitos de los 16 países miembros de la organización. Este sistema no estará ultimado hasta entrado 1994.

En el golfo Pérsico se da además la circunstancia de que el Ejército iraquí utiliza los mismos modelos de tanques y aviones que algunos de los ejércitos, que podrían combatir al otro lado de la barrera, como el egipcio, el sirio, el kuwaití, o los de Emiratos Árabes Unidos o Qatar.

En concreto, los carros de combate T-72 y T-55, de fabricación soviética, podrían encontrarse frente a frente en caso de que se iniciara la guerra en el desierto arábigo. Por un lado estarían las divisiones acorazadas del Ejército de Irak y por otro lado las de Siria y Egipto, apostadas ya a menos de 50 kilómetros de la frontera con Kuwait. Y ambos tendrían carros de combate similares.

El riesgo de error

En ese caso, los helicópteros Apache del Ejército norteamericano, especializados en la lucha antitanque, podrían en el fragor de la batalla lanzar sus proyectiles contra los carros de combate de sus aliados.

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Cualquier piloto reconoce fácilmente un T-72 soviético; pero en pleno desierto, posiblemente de noche, ¿cómo se puede saber si el carro que está en el punto de mira es sirio, egipcio o iraquí? Un problema que trae de cabeza al mando de las fuerzas multinacionales y que sólo se puede resolver con una gran coordinación.

Algo parecido puede suceder con los aviones Mirage F-1. Irak cuenta con unos 90 aparatos de este tipo, de fabricación francesa.

Frente a estos aparatos, hay varias decenas del mismo modelo de las fuerzas aéreas de Qatar, Emiratos Árabes Unidos e incluso algunas unidades del Ejército kuwaití que consiguieron salvar durante la invasión.

En este caso, y si se tratara de un ataque sobre el antiguo emirato de Kuwait, el mando de la Operación Escudo del Desierto en Arabia Saudí podría asignar pasillos aéreos concretos a los Mirage aliados para evitar problemas de identificación.

De cualquier forma, las dificultades propias de una guerra en el desierto y, en buena parte, de noche, se ven aumentadas por los problemas de coordinación de 23 Ejércitos aliados. Antes de apretar el botón del disparo, los pilotos del Ejército multinacional tendrán que cerciorarse dos veces si lo que tienen en su visor es un tanque o un avión amigo o enemigo.

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