Emotivo regreso a Rota de la fragata 'Santa María'
Al ritmo de Soldadito español atracó ayer en Rota (Cádiz), al filo de las nueve de la mañana, la fragata española Santa María, que fue recibida por unas 500 personas a su regreso del golfo Pérsico. Los familiares reprodujeron escenas emotivas parecidas a las del pasado día 26 de agosto, cuando zarpó el navío, aunque esta vez de alegría. Los marineros, abrazados a sus padres, se quejaban de las guardias: "Lo peor es que teníamos que estar seis horas durmiendo y seis trabajando".
El almirante jefe de la flota, Pedro Regalado, dio la bienvenida a la dotación. Regalado dijo a la tripulación, formada en proa y popa: "Sois la mejor prueba de que no han existido problemas en los que no hayáis salido airosos... Habéis demostrado que la esencia de la Armada y su razón de ser es la capacidad para mostrar el pabellón allí donde el Gobierno considere que los intereses de España pueden verse comprometidos".Entre las 500 personas se encontraban 25 vecinos de Churriana (Málaga) que enarbolaban una pancarta en la que se podía leer: "Vivan los marineros. Viva Francisco Flores, el mejor churrianero". Las féminas de este grupo de vecinos no dejaban de elogiar en voz alta los encantos del marinero Flores quien, al bajar del buque, no daba abasto repartiendo besos.
La mitad de los marineros tiene permiso hasta el próximo 8 de diciembre. La otra mitad se quedará de guardia hasta que se incorpore el primer turno. Al marinero Antonio Corral Sánchez, de Almería, le ha tocado disfrutar su permiso en este primer turno. "Ya ha pasado todo", decía. "Lo que ahora quiero es viajar a Almería para ver a mis amigos y famliares". En su bolsillo lleva un cheque de 114.000 pesetas, su retribución por haber participado en el bloqueo naval contra Irak "Nos han descontado las divisas y, los gastos que hemos tenido", dijo.
Más gordos
"¡Vienen todos más gordos que se fueron!", decía con regocijo a los periodistas un oficial destinado en el Ministerio de Defensa. Sin embargo, esta opinión no la compartía el padre del marinero José Antonio Palencia: "Hijo mío, parece que has estado los tres meses corriendo de un lado a otro del barco", le decía el padre, emocionado. El rnarinero Juan Luis Monteagudo, de Valencia, asegura que tuvo su peor momento el día antes de llegar a Rota, cuando le dijeron que no podía desembarcar hasta llegar al puerto de El Ferrol, hacia el que zarpará la Santa María el lunes.
Casi todos los marineros coincidían en que la experiencia será irrepetible. La mayoría decía no haber pasado miedo en ningún momento. "Nuestra labor ha sido más de control que de inspección", afirmaban.
Antonio Zarco, comandante de la fragata, aseveró que el embargo naval está "funcionando perfectamente", y añadió: "En ningún momento nos hemos visto comprometidos. A Irak no ha entrado ni un gramo de alimentos; hay un auténtico filtro". Zarco señala que "el comportamiento de la tripulación ha sido ejemplar", y tilda de positivas las relaciones que ha mantenido con los demás buques que participan en el bloqueo naval.
La tripulación de la Santa María ha recorrido casi 18.000 millas, ha consumido 32 toneladas de víveres y desde ella se han puesto 1.200 conferencias telefónicas y 4.600 mensajes.
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