Pietro Ingrao, dispuesto a ir a Bagdad con Occhetto
Pietro Ingrao, el alma dura del comunismo italiano, que en la batalla contra la red Gladio ha recobrado la unidad política con el secretario general del partido, Achille Occhetto, ha sorprendido a la opinión pública al pedir una reforma a fondo de las Naciones Unidas, la disolución de la Alianza Atlántica y la vuelta de los soldados, naves y aviones italianos que actualmente se encuentran en la zona del golfo Pérsico. Al mismo tiempo, se ha declarado dispuesto a ir personalmente a Bagdad "para llevar la maleta" a una representación del Gobierno en la sombra comunista.
Según Ingrao, a la capital iraquí debe ir Achille Occhetto acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores del Partido Comunista Italiano, Giorgio Napolitano. Mientras el Gobierno italiano ha bloqueado la iniciativa de Amintore Fanfani de ir en "misión humanitaria" a Irak, el partido comunista se revela, pues, dispuesto a tomar la iniciativa.
La propuesta de Ingrao parece importante porque precisamente Achille Occhetto había sido invitado a Moscú 24 horas antes de que Gorbachov iniciara su gira europea, en la que ha quedado clara su postura de "seguir esperando" antes de abrir una ofensiva militar contra Sadam Husein, y de no renunciar a todo tipo de "iniciativas diplomáticas" para resolver pacíficamente el conflicto.
Ingrao, que ya había advertido, acercándose a Occhetto, que del viejo PCI deberá nacer "un solo partido", oponiéndose a la ruptura evocada por Francesco Cossutta, ha dado una nueva prueba, con su disposición a ir con el secretario general del partido a Bagdad, de que la "paz entre ambos está medio hecha".
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