Irán e Irak acuerdan reanudar las relaciones diplomáticas plenas
La visita de dos días del ministro de Exteriores iraní, Alí Akbar Velayati, a Irak finalizó ayer con la decisión de intercambiar embajadores. "Las relaciones entre nuestros dos países están atravesando un periodo de desarrollo positivo", declaró el jefe de la diplomacia iraní al diario gubernamental iraquí, Al Jumhuriva.
Fuentes iraquíes señalan que durante la entrevista mantenida el miércoles entre el presidente Sadam Husein y Velayati se trató también del intercambio de los prisioneros de guerra y de la apertura de los lugares santos shiíes de los dos países a los peregrinos.
Sin embargo, se guarda el más absoluto silencio sobre las posibles negociaciones para la expulsión de Irak de las decenas de miles de muyahidin opuestos al régimen iraní que continúan viviendo en campamentos cercanos a la frontera común.
Asimismo, los medios oficiales no han hecho referencia a la crisis del Golfo, ni a la petición iraquí de que Irán haga la vista gorda al tráfico terrestre de mercancías que permite a este país paliar los efectos del bloqueo marítimo y aéreo decretado por la ONU. Teherán ha condenado la invasión de Kuwait y exige la retirada de las tropas iraquíes, pero también ha expresado duras palabras contra la presencia de tropas norteamericanas en Arabia Saudí.
Después de ocho años de una sangrienta guerra que costó cerca de un millón de muertos y de dos años de infructuosas negociaciones en la ONU para poner un fin legal al conflicto, Sadam Husein sorprendió al mundo entero con la firma de una paz incondicional con Irán en agosto pasado. Al parecer, Sadam está convencido de que Irán será un discreto aliado en un eventual conflicto contra los infieles occidentales que pretenden levantarse en defensores de los santos lugares de La Meca y Medina, en Arabia Saudí.
"Hemos llegado a un principlo de acuerdo sobre las futuras visitas de iraníes e iraquíes a los centros religiosos en ambos países", declaró Velyati a Al Junijuriya.
