Bertolucci presenta en París su último filme, 'Un té en el Sáhara'

Bernardo Bertolucci rodaba en China El último emperador cuando leyó por primera vez The sheltering sky (El cielo protector), la novela de Paul Bowles también titulada Un té en el Sáhara en las ediciones francesa e italiana. "La nostalgia del sufrimiento que sentí leyendo esa novela me impulsó a hacer una película", dijo ayer en París el cineasta italiano. Bertolucci presentó en la capital francesa Un té en el Sáhara, que será estrenada en España el próximo 4 de diciembre.

Los críticos de numerosos países europeos que ayer tuvieron la ocasión de ver en París Un té en el Sáhara fueron casi unánimes en calificar la película como una de las más fieles y hermosas adaptaciones cinematográficas de una obra literaria. Respetando con escrúpulo la letra y el espíritu de la novela de Bowles, Bertolucci ha hecho una gran película. Una película suya.Bowles, el octogenario escritor norteamericano afincado en Tánger desde los años cincuenta, publicó Un té en el Sáhara en 1949. Era su primera novela, y contaba la historia de Port y Kit Moresby, una pareja de intelectuales norteamericanos que al término de la II Guerra Mundial viaja al norte de África. Port y Kit esperan encontrar en ese viaje un nuevo aliento para su matrimonio. Sin embargo, en el bello, salvaje y mísero ambiente de las ciudades magrebíes y el desierto del Sáhara les espera el desengaño, la muerte y la locura.

"Un té en el Sáhara", dijo ayer Bertolucci, "es la dolorosa historia de la agonía de una pareja profundamente enamorada. La tragedia de Port y Kit es que, separados por un muro de cristal, no aciertan a transformar sus sentimientos en felicidad. Espero que mi película haya conservado el misterio de la novela de Bowles, que no habla de la imposibilida,d del amor, sino de la imposibilidad de la felicidad en el amor".

Objeto de culto

Inmediatamente después de su publicación, Un té en el Sáhara se convirtió en un objeto de culto para numerosos escritores y artistas norteamericanos y europeos. En busca de Paul Bowles y su esposa Jane -fallecida en 1973-, Allen Ginsberg, William. Burroughs, Truman Capote, los Rolling Stones y muchos otros hicieron el peregrinaje a Marruecos. Bertolucci atribuyó ayer el éxito de Un té en el Sáhara a que "el malestar" de la pareja novelesca formada por Port y Kit es "es completamente contemporáneo".Intepretar a Kit, una mujer perdida que no puede expresar con palabras lo que siente, que sostiene todo el tiempo un diálogo interior, fue una tortura y una liberación", afirmó la actriz Debra Winger, también presente en París. John Malkovich, el actor que encarna a Port, dijo: "Esta película ocurre en el pasado y en un ambiente exótico, y, sin embargo, cuenta una historia común, en el buen sentido de la palabra. Una historia sobre la presente condición humana".

Para Bertolucci, el "desafío" de filmar Un té en el Sáhara tras el éxito mundial de la superproducción El último emperador consistió en "convertir un libro tan íntimo y tan literario en una película". El director italiano puede estar orgulloso del resultado: el propio Bowles, que interpreta un pequeño papel, se ha confesado "fascinado" por el resultado. Bertolucci ha utilizado menos diálogo que el contenido en el libro, y ha basado su narración en la expresiva interpretación de John Malkovich y Debra Winger.