_
_
_
_

Los 100 refugiados africanos que ocupan un piso en la calle de Génova serán desalojados mañana

Javier Casqueiro

El propietario de los dos estudios del sexto piso de la finca número 3 de la céntrica calle de Génova, donde se han ido acumulando para pernoctar desde hace dos meses más de 100 refugiados africanos les anunciará hoy que está a punto de terminar el plazo marcado en el contrato para su permanencia allí y que, por tanto, tienen que desalojar mañana la vivienda. Alfonso García Montalvo se ha visto presionado por los vecinos del inmueble, que se consideran los únicos perjudicados. Los dos inquilinos de los despachos situados junto a los apartamentos cedidos lo han Nevado a los tribunales.

Por otro lado, Eduardo Mencos Valdés, que ha facilitado gratuitamente un sótano de su propiedad a unos ciento treinta africanos residentes habituales de la plaza de España, se enfrentó ayer con el concejal del distrito Centro, Ángel Matanzo, a quien no dejó entrar en el local. El Ayuntamiento ha ordenado la paralización de las obras de adaptación que se estaban realizando en su interior.Un portavoz de la Asociación Mediadora de Problemas Africanos en España (AMPAE) confirmó que "ni se van a paralizar las obras, porque sólo se están haciendo dos cuartos de aseo, ni los africanos abandonarán este local mientras no encuentren un sitio mejor". La asociación convocó a la prensa para aclarar que las "buenas intenciones" del propietario nada tienen que ver con sus relaciones con los seis inquilinos de renta antigua que denunciaron la situación al Ayuntamiento.

Mencos mantiene que le parecía injusto tener desocupado el sótano cuando se acercaba el invierno y 10 africanos habían sido hospitalizados por el frío. Mencos asegura haber firmado el contrato de cesión gratuita "basado en la confianza de darles una oportunidad" y en "haberles visto comportarse con un civismo extraordinario".

Uno de los vecinos con renta antigua de este edificio, inferior a mil pesetas por un piso de casi doscientos metros junto a la calle de la Princesa, reconoció la posible injusticia de este alquiler tan bajo, pero no admitió como válida la versión humanitaria ofrecida por el propietario. "El objetivo es que los negros provoquen altercados y nosotros nos veamos obligados a marchamos", señaló.

Acumulación de gente

El jueves pasado, en la última reunión de la comunidad de vecinos del número 3 de la calle de Génova, Carlos Montero explicó, en su calidad de presidente, los pormenores de las negociaciones emprendidas con Alfonso García Montalvo para poner fin a lo que consideran una pesadilla. Los seis propietarios dedicaron buena parte de la sesión a glosar algunos de los problemas ocasionados desde la llegada de los africanos, la mayoría de ellos derivados de la acumulación de gente en un espacio que no supera los cincuenta metros cuadrados y sin posibilidades para mantener la más mínima higiene.La psicóloga infantil María Teresa Martín y Santos Gil Pérez, en nombre de la empresa de aire acondicionado Inmacesa, que ocupa el otro despacho alquilado, han interpuesto acciones judiciales imputando coacción por parte del propietario para obligarles a abandonar unos apartamentos por los que pagan rentas antiguas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Un hijo de Alfonso García Montalvo adelantó que su padre, que no pudo ser localizado por este periódico, comunicará hoy a los africanos que el día 15 termina el plazo marcado para el disfrute de los pisos y les dará 24 horas antes de desalojarlos. Alí Suleimán Naser, el libanés portavoz de los residentes, no tenía ayer noticia de este hecho.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_