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El aeropuerto de Barajas empieza a sentir los efectos de la huelga de limpiadores

Elsa Fernández-Santos

Las zonas exteriores del aeropuerto de Barajas mostraban ayer los efectos de los dos días de huelga que mantienen los encargados de la limpieza exterior. El entorno de los edificios del aeropuerto, incluida el área donde aparcan y circulan los aviones -no están afectadas las pistas de aterrizaje y despegue-, estaban sembrados de papeles, botes y otros residuos.La huelga, de momento, no ha afectado al desarrollo normal de los servicios aéreos, aunque según Emilio Tost, miembro del comité de huelga, ayer salieran con retraso tres vuelos por culpa del paro. "Han tenido que esperar a que los servicios mínimos limpiaran. Además, si lag pistas se llenan de papeles puede ser peligroso", aseguró Tost. Este supuesto peligro ha sido desmentido por trabajadores de las pistas del aeropuerto. "No creemos que sea peligroso. Sólo es incómodo y desagradable", dijeron.

Retrasos normales

El servicio de información del aeropuerto también ha desmentido que los retrasos tengan algo que ver con la huelga "Hay pequeños retrasos, pero son los normales y no tiener nada que ver con la basura acurnulada".Según miembros del comité, se están respetando los servicios mínimos, que afectan al 25% de la plantilla, lo que equivale a tres limpiadores por la mañana, otros tres por la tarde y dos. por la noche para todo el aeropuerto.

Los huelgistas afirman que no piden un aumento de sueldo, sino que la nueva empresa encargada de los servicios de limpieza, Construcciones y Contratas, contratada por Aviación Civil, respete la antigüedad de los trabajadores a la hora de renovar contratos y que sea asegurda esta renovación. Además piden que se acondicione el edificio de la terminal norte -antigua central eléctrica-, donde tienen los vestuarios. "Somos 51 trabajadores y no tenemos ni una ducha, sólo un baño muy pequeño y en malas condiciones", afirman.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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