Defensa atribuye el incremento de los objetores a la inoperancia de la prestación sustitutoria
Los responsables del Ministerio de Defensa creen que la inoperancia de la prestación sustitutoria del servicio, militar es la causa fundamental del espectacular aumento del número de objetores de conciencia que se registra actualmente en España. Altos cargos de Defensa han expresado, en conversaciones privadas con sus homólogos del Ministerio de Justicia, que gestiona la prestación social de los objetores, su malestar por el escaso porcentaje de jóvenes que la realizan.
El número de objetores de conciencia ha experimentado un incremento espectacular en los últimos meses. De las 6.407 declaraciones que se presentaron en 1986, se pasó a 13.130 en 1989, y a 21.446 entre enero y noviembre de este año. De seguir el actual ritmo de crecimiento, España se colocaría a la cabeza de Europa en el porcentaje de jóvenes que se mezclan a realizar la mili.El secretario de Estado de la Administración Militar, Gustavo Suárez Pertierra, se mostró ayer convencido de que "la objeción de conciencia está tocando techo" y atribuyó su incremento a la normal implantanción de un sistema nuevo en España. Poco antes del sorteo del contingente de 1991, Suárez Pertierra negó que el aumento de los objetores se deba a la crisis del golfo Pérsico y al envío a la zona de buques con marineros de reemplazo.
Otros altos cargos de Defensa señalaron que la causa de dicho fenómeno está en la inoperancia de la prestación social de 18 meses que, en sustitución del servicio militar, deben realizar los objetores. Actualmente, sólo 1.267 jóvenes cumplen dicha prestación, pese a que la cifra de objetores podría rondar los 40.000 a final de año, sin contar con los 22.000 que pasaron a la reserva.
Los responsables del Ministerio de Defensa se han quejado privadamente al departamento de Justicia, encargado de gestionar la prestación sustitutoria, aunque admiten que la inoperancia del sistema sólo podrá resolverse con una acción decidida del Gobierno, con la participación de todas las administraciones. La ineficacia de la prestación no es admitida, sin embargo, en medios de Justicia, donde se asegura que el embolsamiento de objetores no es mayor que el que se da en el servicio militar.
La bola del 27-N se resistió
La bola que determinaba la suerte de los 216.284 mozos sorteados ayer se resistió a salir del bombo del Cuartel Conde Duque de Madrid. Tras un ligero forcejeo con el mecanismo de expulsión, el general Federico Carrero, subdirector de reclutamiento del Ministerio de Defensa, ordenó que el bombo girase de nuevo. Y giró, depositando sobre el plato una de las 366 bolas, tantas como días del año, incluido el 29 de febrero.La fecha elegida fue el 27 de noviembre, San Facundo, mártír. Con este dato, los ordenadores distribuyeron los efectivos de los 53 centros de reclutamiento -uno por provincia más Ceuta, Melilla y residentes en el extranjero-, entre los tres ejércitos, las regiones militares y los seis llamamientos. Los nacidos en las fechas inmediatamente posteriores al 27-N harán la mili en Tierra en la región centro; siempre que su zona aporte efectivos a dicha región.
En pocos minutos, los asistentes al sorteo pudieron recoger las listas que despejaban la incógnita. Como en años anteriores, Ceuta y Melilla fueron los destinos más temidos, aunque esta vez las zonas marítimas de Levante y el Estrecho provocaban cierto sobresalto, pues de ellas salen los marineros al Golfo.
Los mozos sorteados ayer -que, con 9.010 voluntarios normales y 4.050 aspirantes a la formación de cuadros de mando, completan los 229.344 miembros del contingente de 1991- se distribuyen así: 173.027 (80%) se incorporarán a Tierra, 28.982 (13%), a la Armada, y 14.275 (7%), al Aire. El 70% hará la mili en su región militar de origen, según Defensa, porcentaje que se eleva al 100% en las islas, Ceuta y Melilla.
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