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RELIGIÓN

Discrepancias en el episcopado por la destitución del vicesecretario de información

Francesc Valls

Algunos obispos han expresado su extrañeza por la forma en que se destituyó el pasado verano al vicesecretario de información de la Conferencia Episcopal, Joaquín Luis Ortega. La comisión permanente de los obispos españoles aborda precisamente hoy en Madrid cómo se va a reestructurar la mencionada vicesecretaría. El responsable saliente cesó en sus funciones por decisión del secretario del episcopado, Agustín García Gasco.

Algunos obispos han hecho notar que si la comisión permanente es la encargada de designar al vicesecretario, es el mismo organismo el responsable de destituir o de proceder a los cambios que considere oportunos en el citado departamento. En la reunión de la permanente celebrada el pasado mes, algunos prelados expresaron su malestar por la forma en que se había efectuado la destitución de Ortega, quien se ha mantenido voluntariamente al margen de la polémica surgida. La discrepancia de puntos de vista se dirigió en forma de críticas hacia la actuación que algunos juzgan unilateral de García Gasco.Ortega, hasta hace unos meses responsable de información, ocupaba el cargo desde 1985, ya bajo el mandato del anterior equipo de gobierno del episcopado, es decir, antes de que el cardenal arzobispo de Madrid, cardenal Ángel Suquía, y García Gasco accedieran a la cúpula del episcopado El futuro de Ortega no está todavía perfilado y su destitución ya comenzó a comentarse con los cambios habidos al frente de la Conferencia Episcopal, al ser considerado un hombre próximo al anterior secretario general, Fernando Sebastián En algunos medios eclesiásticos se cuenta la anécdota de que cuando se abordó la destitución una alta jerarquía eclesiástica comentó: "Lástima qué lleve corbata, porque si no le daríamos la mitra episcopal".

Además de la sustitución de Joaquín Luis Ortega, los obispos reunidos en Madrid abordarán el documento La conciencia cristiana ante la actual situación moral de la sociedad española, que lleva un año sujeto a enmiendas de los obispos. "El primer borrador era interesante y espero que ahora, con los cambios surgidos, no resulte un texto descafeinado", manifestó un prelado a este diario. El texto en cuestión contiene un análisis de la situación en la sociedad española y no va dirigido a críticas al Gobierno, hipótesis que se barajó en un principio, al coincidir un primer borrador con el momento en que el caso Juan Guerra trascendió a la opinión pública.

Junto a este documento, es probable que los obispos, al analizar temas de actualidad, se pronuncien de forma colectiva contra la campaña que los ministerios de Sanidad y Asuntos Sociales desarrollan en favor del uso de preservativos. Este punto no figura en el orden del día aunque no se descarta el pronunciamiento. Un asunto que sí figura entre los que se van a abordar es el del presupuesto de la Conferencia Episcopal para 1991, tema sobre el que pesa la incógnita de si el Gobierno va o no a revisar el porcentaje de la asignación tributaria o impuesto religioso.

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