Una carga ligera
El Parlamento británico tendrá una llevadera carga durante el año legislativo que ayer abrió Isabel II con la lectura del llamado Discurso de la Reina. El texto recoge las intenciones legislativas del Gobierno, y el de ayer es el más ligero de los 11 años de thatcherismo. Una fuente parlamentaria conservadora comentó que ahora se trata de consolidar.La ley y el orden aparecen como los principales motivos del nuevo curso político, para el que se han programado 15 nuevas leyes. Quienes incurran o reincidan en delitos violentos y sexuales deberán esperar sentencias más largas, al tiempo que quienes hayan sido condenados por delitos menores podrán cumplir sus penas bajo libertad vigilada. Los padres serán responsables de las conductas de sus hijos y la violencia del Ulster será tratada con una nueva ley antiterrorista.
Thatcher no renuncia a las privatizaciones y prevé, entre otras, la autorización de autopistas de peaje, con lo que pretende dar salida a los graves problemas del transporte público, plagado de lacras allá donde se mire.
El Gobierno necesita este año reconciliarse con el electorado y ha optado por la mesura legislativa, según un diputado conservador, porque "eso es lo que quiere la gente". La ligereza de la agenda indica que Thatcher pretende aprovechar el menor indicio firme de recuperación del favor popular para acudir a las urnas, cita que no puede posponer más allá de junio de 1992.
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