Flaca memoría
Es sabido que la realidad siempre acaba superando al arte aun a pesar, como en este caso, de la flaca memoria de los críticos. Mi observación viene motivada por la reseña de La fea burguesía, de Miguel Espinosa, publicada por E. Murillo en el suplemento Libros del 28 de octubre pasado. Termina el autor su artículo con lo siguiente: "Ni el peor publicitarlo escribiría eslóganes tan torpes y desprovistos de ambigüedad como los que Espinosa inventa". Tras lo que el recensionista reproduce casi textualmente unos, muy conocidos reclamos con los que determinada marca de cerveza trató de abrir mercado en nuestro país en los primerísimos años setenta, para regocijo y pasmo del público en general y también, por supuesto, para sana sátira realista por parte del malogrado escritor murcino. Incluso la campaña en cuestión mereció en su momento la festiva glosa de García Calvo.
La fea burguesía relata estereotipadamente estampas de la España de 1971, periodo que Murillo parece desconocer. Suerte para la persona; defecto para el crítico literario-
Catedrático de Sociología.
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