La guerra de religión llega a Bangladesh
El Gobierno de Bangladesh impuso ayer el toque de queda en la capital Dhaka y en el sureño puerto de Chittagong, la segunda ciudad del país, después de que los conflictos religiosos que azotan a India se extendieran al vecino país. Masas de fundamentalistas islámicos, prendieron fuego y asaltaron diversos templos hindúes en represalia por los intentos de integristas hindúes de destruir la mezquita de Ayodhya, en el norteño Estado de Uttar Pradesh.Unos 20.000 musulmanes se manifestaron el martes por la tarde en Chittagong y más de 200 fueron detenidos "por incitar a la violencia". La ciudad se encontraba ayer desierta y sus calles patrulladas por numerosas fuerzas de seguridad.
Los enfrentamientos entre musulmanes e hindúes causaron el martes 30 nuevas víctimas en India, cinco de ellas en Ayodhya. El toque de queda continúa vigente en esa y otras ciudades de Uttar Pradesh. El Gobierno ha enviado refuerzos a Ayodhya, donde ya había 250.000 soldados y policías, cuya misión, además de guardar el orden, es facilitar la vuelta a sus lugares de origen de los miles de hindúes que fueron a construir un templo a Ram sobre la conflictiva mezquita.
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