Los homenajes
Vivimos tiempos de homenajes para la música española. El martes, el Festival de Otoño dedicó atención a Cristóbal Halffter con un programa a cargo de la Sinfónica de Madrid, dirigida por el compositor. Junto a las Microformas, de 1960, el primer gran giro de Halffter hacia la vanguardia, escuchamos el Concierto número 2 para violonchelo, homenaje a García Lorca, estrenado por Rostropóvich hace cinco años. Fue solista esta vez Borís Pergamenschikov (Leningrado, 1948), que, en unión de Hall1ter, lograron una versión serena, sensible, plena de perspectiva y conmovedora. Quedó claro el camino recorrido por el último Halffier, que le ha llevado al magisterio y prestigio internacional.En la sala de cámara, a la misma hora, la renacida orquesta clásica, dirigida por Luis Izquierdo, homenajeaba a otros tres autores a través de obras basadas en la poética lorquiana: Siete sonetos, del sevillano Manuel Castillo, Tres canciones, del turolense Antón García Abril, y el Llanto por Antonio Sánchez Me fias, del casi español y, sin casi, andaluz, Mauricio Ohana, en el que recitó Rafael Talbo.
Conciertos dedicados a Haifter, García Abril, -Castillo, Obana y Medina
Orquestas Clásica y Sinfónica de Madrid. Directores: C. Halffiter y L. Izquierdo. Círculo de Bellas Artes y Auditorio Nacional, 25 y 30 de octubre.
Hay que señalar el homenaje rendido en el conservatorio murciano y en el Círculo de Bellas Artes el pasado jueves a Mario Medina (Murcia, 1908), compositor fronterizo entre la generación del 27 y la siguiente. Sus Canciones sobre el poema del cante jondo son extraordinariamente bellas. Otro tanto sucede en el Cuarteto para madera y cuerda de 1958 y la Sonata para violín y piano.