El Inclusero reaparece en Las Ventas después de cinco años

Gregorio Tébar, El Inclusero, diestro ausente desde 1985 en la plaza de Las Ventas, reaparece mañana en el último festejo de la temporada madrileña. Alternará con Raúl Aranda y Juan Herrera, que confirma la alternativa, en la lidia de toros portugueses del conde de Cabral. La corrida comienza a las cinco de la tarde. El Inclusero, nacido hace 43 años en Albacete y residente en Alicante, donde dirigió la escuela taurina hasta que se cerró hace dos años, cree injusto este castigo al que le sometió Manuel Chopera, anterior empresario de Las Ventas, donde ha gozado siempre de buen cartel.

"Chopera me contrató en las primeras temporadas en que regentó el coso", explica El Inclusero, "pero, pese a ser uno de los diestros favoritos de Madrid, luego me olvidó, lo que me perjudicó mucho en mi trayectoria". Una trayectoria con muy pocas corridas en estos últimos años, aunque siempre mostró detalles de torero clásico y con gusto, como en su única actuación este año, en la feria de Alicante, con la que ganó el trofeo a la labor más artística con el capote: "Es que no sé torear de otra forma. Yo toreo como lo siento y como mandan los cánones, dando distancia al toro, cargando la suerte, con la mano muy baja. O sea, lo contrario al pegapasismo actual".Esta oportunidad de fin de temporada, que agradece a los actuales empresarios, los hermanos Lozano, le ha puesto la moral tan alta que se atreve a vaticinar: "Vengo dispuesto a solucionar en una tarde tantas injusticias como se han cometido conmigo, y a reconquistar Las Ventas, la plaza más importante del mundo con mucha diferencia, en la que se entiende de verdad y se aprecia al toreo de arte, por lo que es lógico que algunas figuras tengan problemas".

Cincuenta veces

La plaza en la que ha hecho 50 veces el paseíllo el maño Raúl Aranda ha sido la de Zaragoza. Esta cifra la cumplió en el festejo televisado de la pasada feria del Pilar, en el que cortó oreja, lo que estima le ha servido para que le contraten en Madrid. "Es un orgullo que en estos tiempos en que mandan más los despachos", presume, "todavía algunos nos ganemos las corridas en el ruedo". Aranda, 38 años, sólo toreó en 11 festejos esta temporada, uno de los cuales en Madrid en el que no alcanzó el éxito que buscaba, de lo que culpa a los toros de Saltillo que lidió aquel día.

Juan Herrera cree que su buena trayectoria como novillero y sus triunfos en esta plaza, en los festivales de la Policía Municipal, le hacían acreedor a no tener que esperar ocho años hasta confirmar la alternativa. Para llamar la atención, en 1989 se paseó muchos días vestido de torero por la Puerta del Sol. "Aquello me produjo una enorme vergüenza", recuerda, "porque no soy un chufla, pero en mi desesperación no veía otra salida".

No obstante, este diestro, que nació en el pueblo cacereño de Losar de la Vera en 1956, aunque desde muy pequeño reside en Madrid, cree que tampoco el anterior empresario le habría puesto nunca: "Chopera jamás me tragó, por razones que desconozco, mientras los hermanos Lozano han cumplido su promesa".

Una temporada en la que ha toreado tres corridas de toros y 17 festivales, lo que le parece casi un milagro: "A los modestos nos cuesta Dios y ayuda buscarnos contratos porque la riesta está al revés: ahora hay que ser millonario para poder torear".

Un festival taurino se celebra esta tarde, a las cuatro y cuarto, en San Sebastián de los Reyes (Madrid). Componen el cartel los matadores de toros Frascuelo, Juan Mora, Emilio Oliva, Pepe Luis Martín y Juan Pedro Galán, y los novilleros Manuel Caballero y Luis Manuel Lozano. Se lidiarán dos novillos de José Pérez, y uno de las siguientes ganaderías: Castillblanco, Román Sorando, Alcurrucén, Marca y Cebada Gago.

Los beneficios serán para el decano de los mozos de espadas, Eugenio Martín, de 72 años, que trabajó a las órdenes de Palomo, Linares durante toda su carrera, y sufrió una cornada gravísima en una pierna al saltar un toro al callejón, de la que nunca se pudo recuperar, a pesar de que se le han practicado numerosas intervenciones quirúrgicas.