El sur de Europa será la prioridad, en la futura estrategía de la Alianza Atlántica

El sur de Europa "tendrá más importancia en la nueva estrategia y estructura militar de la OTAN a causa de la inestabilidad de la región" según declaró ayer en Bruselas el general Vigleik Eide, jefe del comité militar de la Alianza Atlántica, tras la reunión de los jefes de Estado Mayor de los países aliados, que se vio reforzada por la visita sin precedentes del general soviético Mijaíl Moiseiev, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas soviéticas.

Las necesidades militares de Italia, Grecia, Turquía y España serán la prioridad en el futuro de la OTAN, según Eide. El refuerzo del flanco sur cobra mayor importancia que el despliegue en Europa central dentro de la nueva doctrina militar en estudio, tras los acuerdos de la cumbre de Londres el pasado mes de julio.La nueva estrategia militar, que deberá ser abordada por los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica en la reunión de diciembre, se basará en "mantener un mínimo de fuerzas movilizadas de acuerdo a los riesgos de un mundo inestable, en el que no hay que olvidar que la Unión Soviética continuará siendo la mayor superpotencia militar en Europa".

Unidades multinacionales

La nueva estructura de Defensa se basará en unidades multinacionales dotadas de gran movilidad y flexibilidad para demostrar la cohesión de la Alianza. Los problemas de comunicación complicarán la gestión de las crisis, según el general Eide, quien no hizo alusión a la no pertenencia de España al mando militar integrado. El Comité Militar de la OTAN, en el que participan los jefes de Estado Mayor de los países aliados con la excepción de Francia, plantea también la necesidad de definir más claramente la prohibición de intervención fuera de zona.

"El objetivo es defender los intereses vitales de los países aliados, aunque ésta será una decisión que corresponde a las instancias políticas", señaló Eide. Esta propuesta va dirigida a una revisión a largo plazo del Tratado de la Alianza Atlántica.

En el encuentro con el general Moseiev, el militar soviético abogó por "una seguridad paneuropea" y pidió la disolución de las dos organizaciones militares. Los mandos militares abordaron los intereses mutuos de la OTAN y la URSS, entre ellos la crisis del Golfo y el control de armamentos.

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