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FIN DE UNA ÉPOCA

Muere a los 72 años Louis Althusser, el último gran filósofo del marxismo

El pensador, que en 1980 estranguló a su mujer, estaba internado en un centro geriátrico

Para un cierto pensamiento progresista europeo de los años sesenta y setenta no hubo otro dios que la trinidad formada por Marx, Nietzsche y Freud, y el francés Althusser era su profeta. El lunes, a los 72 años, Louis Althusser, el último gran filósofo marxista, falleció de un paro cardiaco en un centro geriátrico de la región de Yvelines. Desde hacía una década era un hombre acabado que erraba de hospital en hospital. En 1980 había estrangulado a su mujer.

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Althusser será recordado como el hombre que, luchando contra la locura, construyó una de las obras de pensamiento más secas, frías, rigurosas y densas de su tiempo. Si se tiene en cuenta que Althusser siempre propuso la necesidad de "pensar los extremos",quizá la contradicción entre sus textos y su destino personal sólo sea aparente.Una vez en su vida, Althusser, que odiaba la publicidad, ocupó la primera pagina de las periódicos. Fue a raíz del descubrimiento, el 16 de noviembre de 1980, del cadáver de Hèlene, su esposa, en el apartamento que ambos ocupaban en la Escuela Normal Superior de París. Desde el primer Instante, el filósofo confesó haber matado a Hèlene.

Internado en un hospital psiquiátrico parisiense, Althusser recibió al día siguiente la visita de un juez de instrucción. La autopsia confirmaba que Hèlene había sido estrangulada; en consecuencia, el filósofo era procesado por homicidio voluntario.

El juez archivó ese mismo día las diligencias. En su entrevista con Althusser había comprendido que la mente del homicida ya no era de este mundo. Tres expertos certificaron luego que Althusser había matado a su esposa en completo estado de demencia. De hecho venía dando síntomas de desequilibrio desde su cautiverio en la Alemania nazi, y en varias ocasiones había tenido que ser internado por "psicosis maniaco-depresiva".

Althusser desapareció desde entonces. En los últimos años pasó la mayor parte de su tiempo en hospitales psiquiátricos y en las únicas ocasiones en que se tuvo noticia de él fue durante cortas escapadas al extranjero Una vez se le vio en Roma intentando pedir audiencia al Papa; otra, haciendo compras extravangantes en Londres. Cuando murió, el pasado lunes muy pocas personas sabían que estaba internado en el centro geriátrico de La Verriere, en la región de Yvelines.

'Conocido por su fama'

Uno de sus últimos amigos, André Compte-Sponville, contó ayer en Le Monde que hace unos años, para consolar a un Althusser aplastado por su desgracia y su soledad, le recordó la grandeza de su obra filosófica. "¿Qué grandeza?", respondió Althusser. "En verdad yo soy como aquel personaje que cita en alguna parte Engels, del que dice que era 'conocido por su fama'. Es una definición que me va como anillo al dedo". Para Compte-Sponville, Althusser era el "hombre más desgraciado" que jamás haya conocido.

Althusser nació el 16,de octubre de 1918 en una localidad de la Argelia ocupada por Francia. En 1939 se incorporó a la prestigiosa Escuela Normal Superior de París, donde hizo sus estudios y toda su posterior carrera de pensador. Movilizado durante la Segunda Guerra Mundial, Althusser pasó cinco años en un campo de prisioneros de la Alemania nazi. Ello le provocó un odio militante de las cárceles, los manicomios, los cuarteles, los hospitales, las escuelas y todas las instituciones de internamiento.

En 1948 Althusser se incorporó al Partido Comunista francés, que nunca abandonaría. En los años sesenta aparecieron sus libros Para Marx, Leer el Capital, Lenin y la filosofía y Respuesta a John Lewis. En todos ellos com batía el "humanismo marxista" de Roger Garaudy. Para Althus ser el Marx anterior al Manifiesto del Partido comunista no era aún "marxista", sino tan sólo un "hu manista hegeliano". Marx sólo se convirtió en un "científico" por su visión materialista histórica de las sociedades reales.

Althusser se tomó en serio el "carácter científico" del marxismo. El mismo predicó la lucha de clases en la teoría". La filosofía, cruce de caminos entre la ciencia y la pol ítica, era un combate en nombre del proletariado.

Aunque siguiera militando en el PC, Althusser se convirtió en uno de los grandes líderes teóricos de los izquierdistas inspirados en los años sesenta y primeros setenta por las guerras de liberación de Argelia y Vietnam, la China maoísta y el Mayo del 68 Cuando en 1976 los comunistas franceses decidieron abandonar la noción "dictadura del proletariado", Althusser y sus discípulos se sublevaron de rabia.

Jerga estructuralista .

Althusser nunca fue en realidad un "ortodoxo" en el sentido estalinista de la palabra. Excelente lector de Freud y Nietszche, los incorporó con generosidad y sabiduría a su pensamiento. Más desafortunada fue, en cambio, la utilización por Althusser de la jerga estructuralista, que oscureció inútilmente sus textos.

En 1975 Althusser publicó una autocrítica, en la que sin renegar de sus trabajos los calificó de "teoricistas". Entonces volvió su mirada hacia los clásicos, en particular Spinoza, del que admiraba la independencia, el rigor y la pasión por la verdad.

El comentario de Althusser a Comte-Sponville fue lúcido. En los últimos años, el filósofo era cada vez menos leído. Los jóvenes encontraban pesadísimos sus textos y los tiempos no estaban para perder el tiempo con una compleja lectura del marxismo. Tras el homicidio de su esposa y sus sucesivos internamientos, Althusser había pasado a ser un personaje de "crónica negra".

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