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España advierte del peligro de una unión política europea vacía de contenido

"España quiere un enfoque más ambicioso de la unión política, cuyo contenido corre el peligro de quedarse corto y un poco vacío de contenido" afirmó ayer Pedro Solbes, secretario de Estado para la Comunidad Europea (CE). Los Doce prepararon ayer en Luxemburgo la cumbre del próximo sábado en Roma y las conferencias intergubernamentales sobre unión monetaria y unión política, que se inaugurarán a mediados de diciembre. La CE firmó ayer un acuerdo comercial con Rumania y decidió normalizar relaciones con Irán y restablecerlas con China.

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, hizo entrega a los ministros de Asuntos Exteriores de un informe-resumen del seminario del Colegio de Comisarios celebrado el fin de semana. El órgano ejecutivo de la CE es partidario de extender la toma de decisiones. por mayoría a la política social y a los temas de medio ambiente, aunque es más cauto en materia cultural y educativa. Delors insistió en que no hay que olvidar "la finalidad federal de la CU. Advirtió también que una política común, como la que defienden los Doce, no implica que será única.La mayoría de los Estados miembros están a favor de ampliar las competencias de la unión y aceptan incluir el concepto de subsidiariedad en la reforma de los tratados, entendido éste como reservar a la CE todo objetivo "que no pueda lograrse adecuadamente a través de medidas adoptadas por los Estados miembros". Nadie quiere una lista de competencias delimitadas, que podría representar una atadura para el futuro.

La política exterior y de seguridad común es asumida en principio por todos, aunque algunos la limitan a "la ampliación de la cooperación existente". España, Italia y Bélgica quieren ir mucho más lejos e incluir todos los temas, sin marginar la creación de una estructura común de defensa. Para la gestión de esas nuevas competencias de la CE se plantea el voto por unanimidad, lo cual garantiza el derecho de veto.

Fases

Con respecto a la unión económica y monetaria, todavía no existe acuerdo sobre el paso de la primera a la segunda fase, aunque se abre camino la propuesta española de retrasarlo al 1 de enero de 1994. Faltan todavía por decidir los plazos de esa segunda etapa, decisiva para la creación de una moneda única, y los contenidos. La presidenta italiana no ha logrado ir más allá de una descripción de las posiciones de cada país, y ha tenido que recular parcialmente de sus "propuestas provocadoras" relativas a integrar la Unión Europea Occidental (UEO) en la Comunidad y dar a la CE un puesto único en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Países del Este

Por otra parte, la CE cerró ayer los acuerdos comerciales con países del Este con la firma del acuerdo con Rumania, que había sido postergado a causa de la dura represión de las manifestaciones de junio. El presidente del Consejo, el italiano Gianni de Michelis, afirmó que "la situación en este país suscita aún preocupaciones". El primer ministro rumano, Petre Roman, destacó el camino hacia la democracia emprendido por su país y pidió ayuda a la CE para poner en pie una economía de mercado.

Roman aseguró que una comisión parlamentaria investigará los sucesos de junio y reconoció que "miembros del Ministerio del Interior rumano han sido destituidos a causa de su identificación con el antiguo régimen". El acuerdo de cooperación con Rumania refleja el baremo democrático que aplica la CE, puesto que incluye menores ventajas comerciales que las concedidas al resto de países del Este.

La ayuda a la URSS, suscitada durante la comida, será uno de los temas centrales de la cumbre de Roma el próximo sábado. El retraso en la aprobación del plan de reformas económicas ha impedido a la Comisión Europea establecer las necesidades soviéticas, condición básica acordada por los Doce en junio. Las consultas con las autoridades de la URSS, según Delors, finalizaron el pasado domingo y las cifras de ayuda aún no están precisadas. Alemania ya tiene en marcha su programa particular de apoyo financiero, y Francia exige un plan comunitario de puesta en marcha inmediata. España se une al grupo de países que exigen una decisión antes de fin de año y que apoyan el mercado común energético propuesto por Holanda. El plan de cooperación está abierto a países no comunitarios; en especial, EE UU y Japón.

En el capítulo de decisiones destaca la normalización total de las relaciones con Irán, en premio al apoyo de este país al bloqueo a Irak. Con respecto a China, la decisión es restablecer la cooperación económica y científica, aunque se mantendrá el embargo de armas. A Siria se le mantiene también esta prohibición, así como dos medidas de seguridad y control.

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