Los partidos debaten sobre las coaliciones para el Gobierno vasco

PEDRO GOROSPE La campaña electoral a las autonómicas vascas ha dado un importante giro al poner sobre la mesa las posibilidades reales de las futuras coaliciones. El PNV y EA hacían un llamamiento durante el fin de semana a la reconciliación de la familia nacionalista. Ambos partidos han rechazado la oferta de HB para formar un Gobierno tripartito.

A falta de cuatro jornadas para las elecciones, los partidos han entrado de lleno en una dinámica de ofertas encaminadas a la configuración del próximo Gobierno. La campaña ha olvidado ya la explicación de programas para entrar en la quiniela de las coaliciones, con el denominador común de la normalidad.A la vista de los resultados de las encuestas, que dan al PNVPSOE mayoría para gobernar, los partidos se han lanzado ya a la conquista de los no saben, no contestan. Las incógnitas que se plantean son fundamentalmente para EE, cuyo futuro fuera de un Gobierno con el que han tendido muchos lazos, y con una tendencia a la baja, queda bastante comprometido.

Herri Batasuna, por primera vez en su historia, se enfrenta al problema de los indecisos en su espacio electoral. En Anoeta hicieron un llamamiento a sus votantes para que ejercieran ese derecho. Y el PP, cuyo ascenso está cantado en las encuestas, necesita que eso no se quede sobre el papel para, como ellos mismos afirman, convertirse en una alternativa real al socialismo. La presencia ininterrumpida de José María Aznar en el País Vasco confirma esta necesidad.

El PNV, virtual ganador, se gún los mismos datos mantendía intactas todas sus novias, ex cepto la recién vestida de blanco coalición independentista, a la que rechazan mientras secunde las acciones de ETA. El impacto de la oferta independentista de Gobierno tripartito PNV-EA-HB no ha hecho sino reabrir la polémica sobre las consecuen cias del mismo. Los miembros de la Mesa Nacional de esta coalición Tasio Erkizia e Iñaki Ruiz de Pinedo pusieron ayer sobre la mesa que el inicio de estas con versaciones "con voluntad de solucionar los problemas históricos de este pueblo" darían lugar a "gestos paralelos de ETA". En caso contrario, el problema "se enquistaría", con las consecuencias negativas del mismo.

El PNV y EA han rechazado esta posibilidad casi con los mismos términos, al tiempo que desde los escenarios de Vitoria y San Sebastián lanzaban un mensaje de reconciliación de la familia nacionalista.

Se trata de un mensaje que, a tenor de las críticas que está teniendo desde las filas socialistas, les merece crédito. El PSE está dedicando gran parte de sus esfuerzos a descalificar la fórmula PNV-EA-EE. "Sería negativa", dijo Jáuregui el domingo, "porque generaría tensiones".